MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado que el abogado Álvaro Leyva, uno de los negociadores del acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), será su ministro de Asuntos Exteriores.
"Será una cancillería de la paz. Colombia aportará al mundo todo su esfuerzo para superar la crisis climática y del mundo esperamos todo el esfuerzo para superar nuestra violencia endémica", ha anunciado Petro en su cuenta en Twitter.
Leyva, quien ha militado en el Partido Conservador, fue uno de los negociadores que participó en el proceso de paz entre las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018). Además fue ministro de Minas y Energía durante el mandato de Belisario Betancur (1982-1986), representante en la Cámara, senador y constituyente.
También fue candidato presidencial en 2006 por el Movimiento Nacional de Reconciliación, pero se retiró días antes de las elecciones.
Durante su vida ha sido mediador en distintos conflictos armados, como en el secuestro del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado por la guerrilla M-19.
Además, participó en el primer acercamiento entre el Gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) y las FARC, en el marco de los diálogos de paz en el Caguán.
Precisamente un grupo de congresistas del Partido Conservador ha anunciado que no será oposición al nuevo gobierno y respaldará su agenda legislativa sumándose al denominado Gran Acuerdo Nacional que propone Petro.
"No seremos partido de oposición y declaramos nuestro respaldo a la agenda legislativa que proponga el gobierno que inicia y que convenga a los colombianos, apegados siempre a los principios de la Constitución de 1991 teniendo como premisa el respeto por la propiedad privada y todas las libertades individuales", explica la misiva pública.
Por último, con el proceso de traspaso de poder ya en marcha, se ha conocido que se ha suspendido la compra de seis aviones para la Policía Nacional a petición de Petro.
La Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC) estaba gestionando estas adquisiciones por un precio de 200.000 millones de pesos (unos 45,8 millones de euros). Tres de los aviones se iban a destinar al transporte de personal, municiones y demás material bélico.