MÚNICH 12 Sep. (Reuters/EP) -
La Fiscalía Federal de Alemania ha solicitado este martes que Beate Zschaepe, la única superviviente de un grupo neonazi acusado de haber matado a una decena de personas entre 2000 y 2007, sea condenada a cadena perpetua.
Los fiscales han asegurado que Zschaepe formaba parte de Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), un grupo terrorista neonazi que entre 2000 y 2007 acabó con la vida de ocho personas turcas, un griego y una policía alemana. El proceso judicial en el que se investigaron los hechos fue uno de los más vigilados que ha tenido lugar en Alemania desde la última guerra.
Zschaepe, de 42 años, ha negado haber participado en los asesinatos junto a dos amigos que se suicidaron en 2011, cuando la Policía descubrió a la banda por casualidad. La acusada ha asegurado que se siente moralmente culpable por no haberles parado, según ha contado su abogado.
La existencia de NSU salió a la luz en noviembre de 2011, cuando los dos compañeros de Zschaepe se suicidaron tras un fallido intento de robo en una sucursal bancaria. Los miembros del grupo se suicidaron prendiendo fuego a una caravana en la que se habían encerrado. Entre los restos del vehículo fue hallada la pistola utilizada en los diez asesinatos y un DVD en el que se reivindicaban estos atentados con grotescas fotografías de los fallecidos.
Zschaepe entonces prendió fuego al piso que compartía con ambos en Zwickau, en el este de Alemania, y cuatro días después se entregó a la Policía en su localidad natal, Jena. Además, desde 2011, han dimitido varios cargos del aparato de seguridad, como el director de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) --los servicios secretos para el interior de Alemania--, Heinz Fromm, que abandonó el cargo tras reconocer que su departamento destruyó documentos relacionados con NSU.
ZSCHAEPE, UNA PERSONA "FRÍA Y CALCULADORA"
"Penalmente, la acusada es totalmente responsable de su comportamiento", ha declarado el fiscal Herbert Diemer, que ha defendido la imposición de la cadena perpetua para la acusada.
El fiscal ha descrito a Zschaepe como una "persona fría y calculadora", a lo que ha añadido que no existía ninguna causa atenuante para explicar los asesinatos. Durante el juicio, Zschaepe escuchó las acusaciones con indiferencia, apoyando la barbilla sobre las manos.
En julio, los jueces explicaron que los cuatro años de análisis de pruebas han demostrado que Zschaepe era la "cofundadora, miembro y cómplice" del grupo terrorista.
Este grupo llevó a cabo los atentados "más violentos e infames" --incluidos dos ataques con bomba y quince robos de bancos-- que ha habido en Alemania desde el atentado perpetrado por la Facción del Ejército Rojo en 1991 y que se saldó con la muerte de aproximadamente 34 personas.
Aunque los asesinatos fueron ejecutados por los dos amigos de Zschaepe, Uwe Mundlos y Uwe Boehnhardt, los jueces han asegurado que la acusada jugaba un papel muy importante en la organización interna del grupo terrorista neonazi.