Lamenta que los sudaneses "han sido olvidados" y recalca que "millones de vidas y la paz y la estabilidad de toda una región están en juego"
MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado este miércoles de que la guerra desatada en abril de 2023 entre el Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) podría convertirse "en la mayor crisis de hambre en el mundo", tras ser ya la mayor crisis de desplazamiento a nivel mundial, con más de 7,5 millones de refugiados y desplazados internos.
"La guerra en Sudán supone el riesgo de desencadenar la mayor crisis de hambre en el mundo", ha dicho la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, tras finalizar una visita a Sudán del Sur para abordar la situación de los refugiados que han huido del conflicto. "Hace 20 años, Darfur fue la mayor crisis de hambre del mundo y el mundo se apresuró a responder. A día de hoy, la gente de Sudán ha sido olvidada. Millones de vidas y la paz y la estabilidad de toda una región están en juego", ha explicado.
El PMA ha sostenido que más de 25 millones de personas en Sudán, Sudán del Sur y Chad "están atrapadas en una espiral de seguridad alimentaria en deterioro" y ha apuntado que no es capaz de obtener ayuda suficiente para estas personas en Sudán, atrapadas por los combates y las interferencias impuestas por las partes a las entregas de asistencia humanitaria.
Por ello, el 90 por ciento de las personas que hacen frente a niveles de emergencia alimentaria en el país africano se encuentran en zonas inaccesibles en gran medida al organismo, una situación ahondada por la decisión de las autoridades de revocar los permisos para el paso de convoyes a través de la frontera, lo que ha llevado al PMA a suspender sus operaciones a Darfur desde Chad. Jartum aceptó el martes facilitar de nuevo la entrega de ayuda desde Chad, según la ONU.
En este contexto, la respuesta humanitaria está en un punto de inflexión en Sudán del Sur y Chad ante el aumento de las llegadas de refugiados. McCain se ha trasladado a Renk, en el este de Sudán del Sur y a donde han llegado cerca de 600.000 personas durante los últimos diez meses. Los recién llegados al país suponen el 35 por ciento de los que están en niveles catastróficos de hambre, el más alto posible, pese a suponer sólo el tres por ciento del total.
El PMA ha especificado además que uno de cada cinco niños que llegan a los centros de tránsito están desnutridos. "Me he reunido con madres y niños que han huido no una vez, sino múltiples veces, para salvar sus vidas y ahora el hambre les acecha", ha relatado McCain, que ha destacado que "las consecuencias de la falta de acción van mucho más allá de una madre incapaz de alimentar a su hijo y determinarán la situación en la región durante los próximos años".
"Hago un llamamiento urgente para el fin de los combates y para que se permita a todas las agencias humanitarias llevar a cabo su vital trabajo", ha manifestado. El organismo ha insistido en que necesita acceso sin trabas para hacer frente a la crisis, así como más fondos para abordar la expansión de la crisis humanitaria a los países de la región.
La guerra entre el Ejército sudanés y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento de Omar al Bashir. El conflicto ha dejado más de seis millones de desplazados internos --que se suman a los cerca de tres millones de desplazados previos-- y ha empujado a más de 1,7 millones de personas a cruzar hacia países vecinos.