El Gobierno etiope y el TPLF se cruzan acusaciones a cuenta de este incidente
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, ha denunciado que el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha robado cerca de 570.000 litros de combustible en un almacén de la agencia en la capital regional, Mekelle.
Beasley ha señalado que si no hay combustible para entregar alimentos en la región "miles de personas morirán de hambre", y ha condenado el suceso de "indignante" y "vergonzoso". "Exigimos la devolución de este combustible ya", ha precisado en su perfil de Twitter.
En los mismos términos se ha pronunciado el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, quien ha pedido este jueves "una pronta devolución del combustible robado al Programa Mundial de Alimentos". "Sin combustible, no es posible la entrega de alimentos en Tigray. La vida de millones depende de ello", ha señalado en su perfil oficial de Twitter.
Por su parte, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha explicado que el equipo del PMA sobre el terreno intentó sin éxito evitar un saqueo de al menos 12 camiones cisterna, una pérdida que "afectará las operaciones humanitarias que apoyan a las comunidades en todo el norte de Etiopía".
"Estas reservas de combustible debían utilizarse únicamente con fines humanitarios, para la distribución de alimentos, fertilizantes y otros artículos de socorro de emergencia", ha explicado en rueda de prensa el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
Por ello, ha condenado "cualquier saqueo o confiscación de bienes humanitarios o instalaciones humanitarias", al tiempo que han hecho un llamamiento a todas las partes "para que cumplan con sus obligaciones en virtud del Derecho Humanitario y respeten el personal, las actividades, los bienes y los bienes humanitarios".
ACUSACIONES "INFUNDADAS"
El TPLF ha tachado de "infundadas" las acusaciones y, en un comunicado, ha explicado que había "prestado" unos 600.000 litros de combustible al PMA y "simplemente" se ha limitado a pedir su devolución, para utilizarlo en servicios básicos.
Asimismo, ha lamentado que el "régimen genocida" de Abiy Ahmed pueda utilizar este incidente para "desacreditar" el envío de ayuda humanitaria a una región que mantiene bajo "asedio" y ha reclamado más presión al Gobierno para que envíe los suministros necesarios, incluido combustible.
El Ejecutivo ya ha dicho en un comunicado que el robo de combustible denunciado por el PMA es un crimen de guerra. Para Addis Abeba, el TPLF utiliza la ayuda "como arma" para su lucha, dando por hecho que el combustible presuntamente saqueado servirá, "sin duda", para perpetrar ataques.
La región de Tigray se encuentra prácticamente aislada por fuerzas militares, lo que limita la entrega a la ayuda humanitaria en una zona donde más de dos millones de personas requieren asistencia. También se han impuesto cortes en el suministro de electricidad o de telecomunicaciones.
En un aspecto más positivo, Dujarric ha subrayado este jueves en rueda de prensa que el pasado 20 de agosto llegó un segundo lote con 840 toneladas de fertilizante para ayudar a los agricultores en la temporada de siembra.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, llamó el miércoles al Gobierno de Etiopía y a los rebeldes del TPLF a rebajar la tensión antes de que la escalada actual de enfrentamientos "derive de nuevo en una guerra a gran escala".
La UE se sumó de esta forma a los llamamientos a la calma que también han expuesto a lo largo de la jornada la ONU y la Unión Africana, después de que las partes beligerantes alertasen de la reanudación de las hostilidades en el norte de Etiopía.