Actualizado: martes, 16 febrero 2016 21:28


DAKAR, 16 Feb. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha distribuido ayuda alimentaria entre 5.000 desplazados en Chad, sin acceso a ninguna ayuda desde noviembre, en una exitosa operación que podría reflejar el aumento de la seguridad en el país.

El PMA ha distribuido recientemente alimentos a cerca de 5.000 personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares por la violencia del grupo terrorista Boko Haram en la región. La ayuda se repartió en cinco puntos del pueblo de Baga Sola, al norte del Lago Chad.

"Ha sido todo un reto presionar al Gobierno para que nos dejara ir a donde necesitábamos, incluso con la obligada escolta militar", ha afirmado el coordinador de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Stephen Tull. "Todavía creo que el aumento de la confianza de los militares sobre el control de la zona nos permitió el acceso", ha añadido.

Pero la amenaza de Boko Haram y la dificultad de alcanzar ciertas áreas, principalmente por la falta de carreteras, está entorpeciendo los esfuerzos para ayudar a otras decenas de miles de personas. En concreto, el PMA está trabajando para alcanzar 17 zonas de la región de Baga Sola, que no han recibido ningún tipo de ayuda, y distribuir alimentos entre cerca de 35.000 desplazados antes de que acabe el mes.

"No existen carreteras para llegar a estas ubicaciones, lo que supone trayectos de 300 kilómetros de ida y vuelta por la arena. Nos gustaría movernos más rápido, pero los retos son enormes", ha afirmado la directora del PMA en Chad, Mary Ellen McGroarty.

Sin embargo, dado que el PMA no tiene capacidad para distribuir suficiente ayuda entre los desplazados de larga duración, el programa de la ONU se está centrando en los nuevos refugiados, ha lamentado la directora regional, Denise Brown.

"La falta de financiación nos obliga a tomar duras decisiones (...) Se trata de compensar", ha dicho Brown.

MÁS DE 10.000 DESPLAZADOS

Según la OCHA, más de 10.000 personas viven como desplazados en el país como consecuencia de la violencia ejercida por Boko Haram en la zona del Lago Chad.

Los ataques han afectado al sustento de la gente, que incluye la pesca y la agricultura, a los intercambios comerciales entre países y a los propios mercados locales. Como resultado, una de cada siete personas en el país no come lo suficiente.

"La gente ha estado apurando al máximo sus recursos (...) algunos han estado sobreviviendo a base de maíz durante semanas", ha explicado McGroarty.

Una ofensiva perpetrada el año pasado por Nigeria, Níger, Chad y Camerún arrebató gran parte de los territorios que Boko Haram concentraba en el norte de Nigeria, debilitando su campaña de seis años para forjar un califato islámico en la región.

Desde entonces, los milicianos del grupo terrorista han contraatacado con una serie de ofensivas y ataques suicida en la anárquica región del Lago Chad, donde confluyen las fronteras de los cuatro países africanos.

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