Guerra en Sudán del Sur
RADU SIGHETI
Actualizado: miércoles, 24 mayo 2017 21:51


MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han hecho un llamamiento este miércoles desde la capital sursudanesa a todas las partes implicadas en el conflicto de Sudán del Sur para que pongan fin a la violencia y a la hambruna que ha surgido en zonas del país como consecuencia.

José Graziano da Silva, director general de la FAO, y David Beasley, director ejecutivo del PMA, han hecho este durante su visita al estado de Unity, una de las zonas del Sudán del Sur más castigadas por la actual situación de inseguridad alimentaria.

Alrededor de 5,5 millones de personas en Sudán del Sur --prácticamente la mitad de la población-- se enfrentan a una crisis alimentaria grave, sin saber cuándo podrán comer. Más de un millón de estas personas se encuentran al borde de la hambruna.

En esa cifra están incluidos los más de 90.000 sursudaneses que luchan contra la inanición en ciertas partes del antiguo estado de Unity donde ya se ha declarado la hambruna. De acuerdo con la FAO y el PMA, la situación es un puro reflejo del impacto que tiene sobre la población la violencia que sacude al país.

Graziano da Silva y Beasley han subrayado que es fundamental dar una respuesta inmediata y a gran escala a la crisis, para lo que será necesario combinar la ayuda alimentaria de emergencia con el apoyo a la agricultura, la ganadería y la pesca.

"A pesar de estas terribles condiciones, aún no es demasiado tarde para evitar que mueran más personas. Aún podemos evitar un agravamiento del desastre, pero los combates tienen que parar ya", ha asegurado Graziano da Silva. "No puede haber progreso sin paz. La población debe tener acceso inmediato a los alimentos, y los agricultores contar con la posibilidad de trabajar en los campos y cuidar su ganado", ha añadido.

"Los alimentos, los tratamientos para los niños desnutridos, el material que ayuda a la gente a pescar y cultivar hortalizas, suponen la diferencia entre la vida y la muerte de la gente que encontramos en el estado de Unity", ha señalado por su parte Beasley. "Pero no podemos seguir aumentando esta ayuda para siempre. Los combates deben terminar", ha concluido.

Los dos dirigentes de la ONU han visitado la localidad de Rumbek, en el antiguo estado de los Lagos, donde se han reunido con varias familias y han podido ser testigos de cómo tratan de hacer frente a la crisis.

NECESIDAD DE FINANCIACIÓN

Graziano da Silva y Beasley han subrayado la necesidad de que la comunidad internacional apoye económicamente los esfuerzos humanitarios en Sudán del Sur. En total, la FAO y el PMA se enfrentan a un déficit de financiación de unos 182 millones de dólares.

"Los donantes han apoyado Sudán del Sur durante muchos años", ha explicado Beasley. "El PMA seguirá apoyando a la población de Sudán del Sur en este momento de necesidad. Pero el tiempo apremia, con tantas crisis en el mundo exigiendo atención y apoyo", ha advertido.

El Programa Mundial de Alimentos tiene como objetivo ayudar al menos a 4,1 millones de personas este año en Sudán del Sur, en especial proporcionar alimentos de carácter vital para la población en áreas remotas que de otra manera no tendrían prácticamente nada para comer, ya que se encuentran aislados por los combates.

"Salvaguardar los medios de subsistencia también salva vidas", ha asegurado por su parte Graziano da Silva. "Sudán del Sur alberga un gran potencial: tiene tierra, agua y personas valerosas. Si logra también tener paz, podremos trabajar de forma conjunta para acabar con el hambre", ha concluido.

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