BUENOS AIRES, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los prófugos Cristian Lanatta y Víctor Schilacci han sido finalmente apresados por la Policía argentina tras 15 días de persecución después de su fuga de una prisión de máxima seguridad. El tercer fugado, Martín Lanatta, fue apresado el sábado.
"Los dos prófugos están detenidos. Es algo reciente", ha explicado el vicegobernador de la provincia de Santa Fe (norte), Carlos Fascendini, en declaraciones a Radio del Plata. "Entiendo que estaban en cercanías de Cayastá, como el primer detenido", ha apuntado.
Fascendini ha explicado que fuerzas especiales de la Policía provincial localizaron a los dos criminales a pesar de la falta de coordinación con las autoridades federales.
Las fuerzas santafecinas "siempre fueron relegadas en los operativos", se ha lamentado. "Se le comunica cuatro horas después que estaban buscándolos en San Carlos. Quizá las cosas hubieran sido distintas si nos lo hubieran avisado antes", ha explicado Fascendini.
LA FUGA
Los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci escaparon el 27 de diciembre de una prisión de la provincia de Buenos Aires, donde estaban condenados a cadena perpetua por el asesinato en 2008 de tres empresarios que --al igual que ellos-- traficaban con efedrina, usada para fabricar drogas sintéticas.
La fuga generó amplio revuelo en el país austral porque se dio meses después de que Martín Lanatta afirmara en un polémico reportaje televisivo que el crimen que cometieron fue ordenado directamente por Aníbal Fernández, entonces jefe de Gabinete del Gobierno y candidato a gobernador de la provincia Buenos Aires.
Muchos creen que esa denuncia, realizada desde prisión ante las cámaras de un programa periodístico afín a la oposición, fue clave en la derrota de Fernández en Buenos Aires, un duro golpe para el peronismo de centro-izquierda que semanas después perdió la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con Mauricio Macri.
Tras la fuga, la nueva gobernadora de la provincia de Buenos Aires y aliada de Macri, María Eugenia Vidal, destituyó a la cúpula del servicio penitenciario del distrito por sospechas de que agentes de la prisión podrían haber ayudado en la fuga.