BUENOS AIRES, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El nuevo Reglamento General para el Empleo de Armas de Fuego de la Policía argentina permite a los agentes utilizar armas de fuego sin dar la voz de alto y sin agresión directa previa "cuando resulten ineficaces otros medios no violentos". La normativa entró en vigor el pasado viernes.
El uso de armas letales está permitido en "defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o de lesiones graves" o "para impedir la comisión de un delito particularmente grave, que presente peligro inminente para la vida o la integridad física de las personas", señala el texto suscrito por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
También se prevé "para proceder a la detención de quien represente ese peligro inminente y oponga resistencia a la autoridad" o "para impedir la fuga de quien represente ese peligro inminente y hasta lograr su detención", informa el diario 'Clarín'.
La normativa considera "peligro inminente" cuando "se actúe bajo amenaza de muerte o de lesiones graves para sí o para terceras personas" o en caso de que "el presunto delincuente posea un arma letal, aunque luego de los hechos se comprobase que se trataba de un símil de un arma letal".
El mismo principio se aplicará "cuando se presuma verosímilmente que el sospechoso pueda poseer un arma letal". En este último caso podrá ser "cuando integrase un grupo de dos o más personas y otro miembro del grupo posea un arma o haya efectuado disparos, o haya lesionado a terceras personas".
La resolución afecta a la Policía Federal Argentina, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina y Policía de Seguridad Aeroportuaria, todas bajo jurisdicción del Ministerio de Seguridad.
Bullrich ha defendido ya el cambio, ya que "hasta ahora los miembros de las fuerzas de seguridad no podían usar las armas para defenderse o para defender a la gente" y "tampoco para detener a un delincuente o para impedir que un delincuente peligroso se fugue", ha afirmado en entrevista con Radio Mitre.
"Siempre se dejaba a las fuerzas de seguridad en una situación de inferioridad. Es como que solamente podían repeler las hostilidades. Tenían que esperar a que les dispararan y, aún así, lo tenían que hacer de modo disuasivo", ha argumentado.