MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Australia ha llevado a cabo en la noche de este jueves una redada en la sede de la campaña electoral del Partido Laborista y las viviendas de dos trabajadores vinculados a la formación en la localidad de Melbourne a raíz de una presunta filtración de documentos.
El líder del partido opositor, Bill Shorten, ha reaccionado rápidamente a la redada, acusando al Gobierno que encabeza el primer ministro, Malcolm Turnbull, de orquestar las operaciones, según ha informado la cadena de televisión local ABC.
La Policía ha afirmado que está investigando una filtración de documentos sobre la National Broadband Network (NBN), lo que ha llevado a Shorten a afirmar que, si bien confía en que actuó de forma independiente, fue el Gobierno quien pidió a la NBN que denunciara.
"Tengo claro que la investigación ha sido reclamado por la NBN, el buque insignia de Turnbull al frente del Gobierno", ha dicho, recalcando que "este Gobierno no puede distanciarse de las acciones de la NBN".
"Es inconcebible que esta empresa gubernamental actúe como una especie de hombre armado fuera de control sin que el Gobierno sepa lo que está haciendo", ha remachado.
En respuesta, Turnbull ha asegurado que se enteró de la investigación tras ser informado por el ministro de Justicia, argumentando que la NBN denunció la filtración de documentación comercial y que "la Policía tomó de forma independiente la decisión de investigar".
"Lo que están haciendo los laboristas es intentar atacar la integridad de la Policía Federal Australiana, lo que es algo vergonzoso", ha resaltado, tal y como ha recogido la citada cadena.