VITORIA, 11 Feb. (Reuters/EP) -
La Policía del estado brasileño de Espirito Santo sigue sin trabajar este sábado, a pesar de que el Gobierno anunciara horas antes que había llegado a un acuerdo con los oficiales para poner fin a una semana de violencia en la que han muerto 127 personas aprovechando la ausencia de agentes en las calles.
La mayor parte de la violencia se ha producido en las zonas pobres de Vitoria, la capital del estado, rodeada de playas y donde tiene una fuerte presencia la industria petrolera, minera y portuaria.
Las calles de la ciudad estaban no obstante tranquilas este sábado tras la llegada a Espirito Santo de más soldados y policías federales de élite. De hecho, durante la jornada se espera la llegada de más de 4.000 efectivos para reforzar un despliegue inicial de 1.200 soldados.
Fuentes oficiales del estado informaron hace unas horas que habían llegado a un acuerdo con representantes de la Policía para que las patrullas se reanudaran a las 7:00 de la mañana (10.00 en España), pero los familiares de los oficiales indicaron a Reuters que no había tal acuerdo.
Gustavo Tenorio, un portavoz de la Secretaría de Seguridad de Espirito Santo, dijo que el ministro de Defensa, Raúl Jungmann y el fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, estarán en Vitoria el sábado para ayudar a avanzar en las negociaciones.
"Llegamos a un acuerdo anoche con las asociaciones policiales para que vuelven a trabajar hoy (sábado), pero eso no sucedió", dijo Tenorio. "Continuamos trabajando en este problema", añadió Tenorio, quien avisó de que más de 700 policías se enfrentan a posibles cargos de insurrección por ausentarse del trabajo, lo que podría llevarlos a la cárcel.