LONDRES, 4 May. (EUROPA PRESS) -
La Policía británica no ha percibido indicios de delito en la filtración de información confidencial que costó el cargo esta semana al ministro de Defensa, Gavin Williamson, a quien la primera ministra británica, Theresa May, acusó de permitir la filtración de un acuerdo entre el Gobierno y el gigante tecnológico chino Huawei -- acusado por EEUU de espionaje industrial -- para colaborar en la instalación de la red de datos 5G en el país.
El comisario adjunto Neil Basu, jefe de las operaciones especializadas de la Policía Metropolitana, ha confirmado que ya ha terminado de hablar con la Oficina del Gabinete de May sobre la filtración y ha decidido que "no se ha cometido ningún delito y esto no es un asunto de la Policía".
"Cualquier organización tiene derecho a realizar una investigación interna sobre la conducta en el lugar de trabajo. No es un asunto de la policía a menos que se alegue un delito. En ningún momento la Oficina del Gabinete ha proporcionado pruebas a la policía de que se ha cometido un delito", ha hecho saber en un comunicado.
"Estoy convencido de que la divulgación no fue un delito penal, ya sea en virtud de la Ley de secretos oficiales o mala conducta en una oficina pública", ha añadido.
En una carta a May enviada el pasado miércoles, el día de su cese, Williamson aseguró que no era la fuente de la filtración y que cualquier investigación formal o policial reivindicaría su posición.
"Lamento que sienta que las recientes filtraciones del Consejo de Seguridad Nacional se originaron en mi Departamento. Creo enfáticamente que este no fue el caso. Niego enérgicamente que estuviera involucrado en modo alguno en esta filtración y confío en que una investigación exhaustiva y formal hubiera reivindicado mi posición", manifestó.
May, por contra, ha insistido en que el asunto está cerrado y no justifica una investigación criminal.