Actualizado: miércoles, 11 mayo 2016 19:07


CARACAS, 11 May. (EUROPA PRESS) -

Las fuerzas de seguridad han cargado contra las personas que han participado en la marcha convocada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) para este miércoles con el objetivo de aumentar la presión sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE) para garantizar la celebración de un referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro.

Según ha denunciado la oposición a través de las redes sociales, la Policía y la Guardia Nacional Bolivariana han cortado el paso a los manifestantes en varios puntos de Caracas en su camino hacia la sede central del CNE.

Los manifestantes han intentado continuar por recorridos alternativos, lo que ha suscitado la respuesta de los efectivos venezolanos, que han empleado gas lacrimógeno e incluso perdigones para frenar la marcha opositora.

El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, ha denunciado que los agentes "han agredido" al ex candidato presidencial de la MUD, Henrique Capriles. "Le echaron gas en los ojos y tuvimos que evacuarlo", ha afirmado.

Así las cosas, la MUD ha pedido a sus simpatizantes que regresen al punto de partida de la marcha, la estación de metro de Bello Monte. "Están disparando perdigones y lanzando lacrimógenos y no queremos ni un solo herido porque una sola gota de sangre venezolana vale demasiado para desperdiciarla", ha dicho Ramos Allup.

Sin embargo, tras un leve repliegue, parte de los manifestantes han decidido continuar hacia el CNE. "Por donde vienen nos escapamos. Seguimos protestando pacíficamente", ha anunciado el jefe de Comunicación del Parlamento.

Al mismo tiempo, simpatizantes del Gobierno marchan desde avenida Libertador de Caracas hacia el Palacio de Miraflores en defensa de la Gran Misión Vivienda, al considerar que está en peligro por una nueva ley para reconocer la propiedad privada de estas casas.

Aunque los recorridos de las marchas son distintos, Ramos Allup ha alertado de que grupos oficialistas han levantado un escenario. "En este momento activistas violentos montan tarima frente al CNE y reparten cohetones 'Bin Laden'", ha escrito en Twitter.

REFERÉNDUM REVOCATORIO

La MUD ha reprochado al CNE la lentitud con la que ha respondido a las gestiones opositoras para celebrar el referéndum revocatorio, aunque la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, asegura que los plazos son los establecidos en las leyes.

La MUD ha aumentado la presión sobre el CNE porque si la convocatoria del referéndum supera el 10 de enero de 2017, aunque los venezolanos ordenen el cese de Maduro, no habrá nuevas elecciones, sino que el vicepresidente, Aristóbulo Isturiz, gobernará en funciones hasta 2019.

El 27 de abril la coalición opositora inició la campaña de recogida de firmas para activar la consulta popular contra Maduro. En apenas unos días logró recabar más de un millón --frente a las 200.000 necesarias--, que ahora están siendo revisadas por el CNE para ratificar su validez.

Una vez completada la primera fase, en la que se encuentra actualmente, la MUD tendrá un máximo de tres días para recabar las rúbricas del 20 por ciento de los votantes registrados, es decir unos cuatro millones de venezolanos.

Las autoridades electorales tienen entonces 15 días para autenticar los apoyos o rechazarlos, como ya hizo en 2004 con el referéndum revocatorio que se planteó entonces contra el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.

Si el CNE da su plácet, debe convocar el referéndum en los 90 días siguientes. Para que el mandato presidencial llegue a su fin deben votar a favor un número igual o superior de electores a los que apoyaron la elección, en el caso de Maduro 7,5 millones, con una participación mínima del 25 por ciento, unos 4,8 millones.

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