PEKÍN/HONG KONG 31 Oct. (Reuters/EP) -
Las fuerzas de seguridad de Hong Kong han reprimido con gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes concentrados este jueves en el barrio de Mong Kok, en un nuevo episodio de violencia que coincide con un alegato del Partido Comunista chino en favor de la prosperidad y la estabilidad de la antigua colonia británica, bajo control de Pekín desde 1997.
Cientos de personas, muchas de ellas vestidas de negro y con la cara cubierta --a pesar de la prohibición expresa sobre el uso de máscaras--, se han arrodillado en una céntrica calle y se han cubierto con paraguas. "La población de Hong Kong resiste", han coreado.
La Policía ha justificado la carga alegando que los agentes lanzaron "reiteradas advertencias" a los manifestantes. "Usarán la mínima fuerza necesaria para dispersas a los manifestantes", ha esgrimido la institución, criticada durante estos últimos meses por sus actuaciones.
El Partido Comunista, entretanto, ha celebrado durante cuatro días un encuentro a puerta cerrada del que han salido, entre otros mensajes, una férrea defensa de la premisa "un país, dos sistemas", bajo el cual conviven Pekín y Hong Kong, pese a que pueda ser "actualizada y perfeccionada" en el futuro.
"Debemos gobernar la Región Administrativa Especial de Hong Kong y la Región Administrativa Especial de Macao en estricta conformidad con la Constitución y con la ley y salvaguardar la prosperidad y la estabilidad a largo plazo", reza el comunicado final, que reclama igualmente "establecer un sólido sistema legal y un mecanismo de fuerza para salvaguardar la seguridad nacional" en ambos territorios.
Las protestas surgidas en los últimos meses en la antigua colonia británica representan el desafío más claro a Pekín desde el ascenso al poder en 2012 del actual presidente, Xi Jinping. Los manifestantes, movilizados en un inicio para protestar contra una ley de extradición, siguen en la calle para exigir más democracia.
MENSAJE DE LONDRES
El ministro de Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab, ha emplazado a todas las partes a entablar "un diálogo significativo" que tenga en cuenta la protección de derechos y libertades y respete también el régimen de "un país, dos sistemas", según consta en el prólogo de un informe sobre Hong Kong divulgado este jueves por Londres.
"El alto grado de autonomía y el Estado de Derecho de Hong Kong es lo que garantiza su prosperidad y su éxito futuros. Corresponde a todas las partes respetarlo", ha añadido Raab, consciente de que la antigua colonia vive "uno de los momentos más turbulentos de su historia reciente".
El jefe de la diplomacia británica ha exhortado a los manifestantes a "poner fin a la violencia" y ha pedido a la Policía que actúe de forma "proporcionada" para que quienes discrepan con el Gobierno puedan ejercer su legítimo derecho a manifestarse.