HONG KONG 13 Sep. (Reuters/EP) -
Los antidisturbios chinos han usado gas lacrimógeno y balas de goma para disuadir a un grupo de manifestantes en la localidad de Wukan, símbolo de las protestas a favor de la democracia, tan solo una semana después de que el alcalde fuera encarcelado por corrupción.
La violencia se desató antes del amanecer tras el arresto de 13 manifestantes en Wukan, localizada en la provincia de Guangdong. Los participantes se han enfrentado con la Policía usando ladrillos, porras e incluso escudos y casos, según ha mostrado un vídeo visionado por Reuters.
Varios activistas por los Derechos Humanos afincados en Hong Kong creen que la acción policial busca silenciar la localidad de Wukan, que en 2011 acaparó la atención de la comunidad internacional tras un levantamiento que llevó a las autoridades a permitir unas elecciones libres en la localidad.
Las peticiones de democracia no suelen ser bien vistas por los líderes del Partido Comunista Chino. Las protestas de la "revolución de los paraguas" que se llevaron a cabo en Hong Kong a finales de 2014 y que pedían unas elecciones completamente libres supusieron uno de los mayores problemas políticos para Pekín en las últimas décadas.
Las protestas en Wukan se han desencadenado debido al encarcelamiento del alcalde elegido democráticamente, Lin Zuluan. Lin ha sido condenado a tres años de prisión por corrupción, entre otros delitos. A pesar de que confesó, mucha gente cree que lo hizo obligado.
Lin es uno de los pocos líderes de la revuelta de 2011 que aún seguía en activo. El resto se encuentran detenidos, en el exilio, o tienen que enfrentarse al arresto si no abandonan sus puestos.
El blog oficial de la Policía de Lufeng, encargada de Wukan, ha asegurado en una publicación que las 13 personas arrestadas habían estado organizando asambleas ilegales y que habían amenazado a los habitantes de la localidad para que se unieran a las protestas que se celebraron el 19 de junio, tras el arresto de Lin.
En el blog además se ha comentado que la Policía cibernética está investigando a aquellos que usen las redes sociales para difundir "rumores falsos" sobre la situación en Wukan. Varios testigos han asegurado que la conexión a internet se ha disminuido y que las fotos de las protestas que circulan por internet están siendo eliminadas.
El investigador de Amnistía Internacional en Hong Kong, Patrick Poon, ha denunciado que se trata de la mayor persecución que se ha llevado a cabo sobre Wukan desde 2011. "El Gobierno quiere usar esta opresión para que sirva de ejemplo y advertir a otras localidades para que no lleven a cabo manifestaciones", ha comentado Poon.