MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Afganistán ha afirmado este jueves que el objetivo del atentado suicida con camión bomba perpetrado el miércoles en la zona diplomática de la capital del país, Kabul, era la Embajada de Alemania.
El atentado causó al menos 90 muertos y 380 heridos. El camión bomba estalló cerca de la Embajada alemana, si bien en ese momento no se sabía cuál era el objetivo, dado que en la zona hay numerosos edificios diplomáticos.
El comandante de la Zona Policial 101 Asmayi, Hasán Sah Frogh, ha desvelado que las investigaciones preliminares apuntan en esta dirección, recalcando que las autoridades "tenían informaciones previas sobre un ataque similar", según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok.
"Se tomaron medidas para evitarlo, pero Kabul es una ciudad abarrotada y construida contra el plan maestro. Si no se permitiera la entrada de camiones cisterna par vaciar fosas sépticas no se podría caminar a causa del mal olor", ha argumentado.
Asimismo, ha resaltado que las autoridades están investigando el incidente y que los propietarios de las compañías de camiones encargados de limpiar las fosas sépticas han sido interrogados para intentar identificar el vehículo usado en el ataque.
Por su parte, el portavoz en funciones del Ministerio del Interior, Nayib Danish, ha anunciado además el cese de cuatro altos cargos de la Policía local en respuesta al atentado, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.
Las autoridades han afirmado que la explosión causó daños a edificios ubicados en un radio de cuatro kilómetros, y el alcalde en funciones de Kabul, Abdulá Habibizai, ha dicho que el atentado ha causado daños por valor de mil millones de afganis (cerca de trece millones de euros).
Fuentes oficiales citadas por la cadena de televisión afgana Tolo TV --la más importante del país-- afirmaron el miércoles que el atentado habría sido perpetrado con cerca de 1.500 kilogramos de explosivos.
Estas fuentes indicaron que el camión intentó entrar en la Zona Verde, donde se encuentran múltiples embajadas, si bien fue interceptado en un puesto de control, llevando al conductor a activar los explosivos.
Familiares de las víctimas protestaron durante la jornada cerca de uno de los hospitales de la ciudad, donde esperaban noticias sobre sus seres queridos, criticando la incapacidad de las autoridades para evitar este tipo de ataques.
Asimismo, decenas de residentes se manifestaron cerca del lugar del atentado para reclamar la dimisión del presidente y del primer ministro del país, Ashraf Ghani y Abdulá Abdulá, respectivamente.
Ghani ha condenado el atentado, afirmando que se trata de un "crimen atroz" y lamentando que los terroristas ataquen a los civiles "una vez más en el mes sagrado del Ramadán".
A las condenas se ha sumado Abdulá: "Queremos paz, pero esos que nos matan durante el Ramadán no la merecen. Deben ser destruidos y extirpados", ha dicho.
Los talibán se han desligado del atentado, asegurando que sus combatientes "no están implicados en este incidente y tampoco están autorizados a llevar a cabo explosiones tan grandes en zonas imprecisas". Por el momento no hay reclamación de la autoría.
ALEMANIA SUSPENDE LAS DEPORTACIONES DE AFGANOS
Durante la jornada de este jueves, el Gobierno alemán y los 16 estados federados del país han acordado suspender de forma provisional las deportaciones de refugiados afganos tras el atentado en Kabul.
El anuncio se ha producido en un momento en el que voces críticas en Alemania reclamaban al Gobierno que paralizase las expulsiones colectivas de ciudadanos afganos a su país de origen, alegando la falta de seguridad. La presión aumentó notablemente tras el ataque.
La canciller alemana, Angela Merkel, da así un giro de timón en su gestión de las expulsiones de ciudadanos afganos. Tan solo unas horas antes, había insistido en que su Ejecutivo no cambiaría la postura en relación a las deportaciones y continuaría expulsando de Alemania a los refugiados cuyas solicitudes de asilo hubiesen sido denegadas por las autoridades competentes.
El miércoles, el Ejecutivo de Merkel decidió cancelar un vuelo lleno de refugiados afganos cuyas solicitudes de asilo habían sido rechazadas.
El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, señaló, no obstante, que la intención era que dicho vuelo pudiese llevarse a cabo próximamente y, al igual que la canciller, insistió en que la postura del Gobierno en relación con las deportaciones a Afganistán no había variado tras el ataque.