MADRID 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Hong Kong ha utilizado este domingo espray pimienta para dispersar a miles de personas que se han manifestado contra la decisión de China de intervenir en la disputa sobre la toma de posesión de dos parlamentarios opositores.
Los organizadores han asegurado que unas 13.000 personas se han manifestado frente a la oficina de enlace del Gobierno central en el área de Sai Wan, si bien la Policía ha rebajado a 8.000 la cifra.
La protesta ha derivado en enfrentamientos después de que los participantes se desviaran del recorrido original de la marcha, que iba a terminar en el Tribunal de Apelaciones.
Las organizaciones convocantes han anunciado el fin de la protesta y han reclamado a los presentes que abandonaran la zona tras la intervención policial, argumentando que querían "evitar sacrificios".
Sin embargo, unos 40 agentes con porras han protagonizado carreras con algunos manifestantes que no querían retirarse del lugar, tras lo que la mayoría de ellos se han ido de la zona, según ha informado el diario local 'South China Morning Post'.
El superintendente de la Policía para la isla de Hong Kong, Tse Kwok Wai, ha afirmado que algunos de los participantes portaban palos de bambú y ladrillos, agregando que un agente ha resultado herido por el impacto de un ladrillo.
La Policía ha indicado que un total de cuatro personas han sido detenidas por presuntamente interrumpir la acción de las fuerzas de seguridad durante la protesta.
Sixtus Baggio Leung Chung y Yau Wai Ching, los dos parlamentarios en el centro de la controversia, han criticado nuevamente la decisión de China de "reinterpretar" la Ley Básica.
El Gobierno prochino de Hong Kong está intentando evitar que los dos parlamentarios asuman su puesto en el Consejo Legislativo, después de que leyeran mal de forma intencionada el texto de la jura del cargo.
Tanto Ching como Leung señalaron a principio de este mes durante su intervención en la cámara baja que "Hong Kong no es China", una acusación que ha provocado la indignación entre el resto de diputados.
El jefe del Gobierno de Hong Kong, Leung Chun Ying, ha advertido de que la relación con Pekín podría verse afectada si el asunto no se soluciona de manera apropiada.
La reivindicación de la independencia de Hong Kong ha sido una cuestión difícil de abordar políticamente durante décadas. Desde que China recuperó la ex colonia británica, en 1997, las autoridades chinas han gobernado bajo el lema de "un país, dos sistemas".
La cuestión ha vuelto a ganar notoriedad a raíz de las manifestaciones pro democracia que tuvieron lugar en 2014, las cuales se saldaron sin ningún tipo de concesión por parte de Pekín.