HONG KONG, 1 Feb. (Reuters/EP) -
Más de 2.000 policías para 3.000 manifestantes es la prueba de las extremas medidas de seguridad tomadas por la autoridades de Hong Kong en el regreso del movimiento 'Occupy Central' que durante dos meses y medio tomó las calles para exigir plenas garantías democráticas en el país.
No se descarta que más personas se sumen a la protesta en las próximas horas. "Queremos seguir dejando claro al Gobierno que exigimos un verdadero sufragio universal", ha declarado una de los organizadores, Daisy Chan.
La organización ha estimado que hasta 50.000 personas podrían acabar protestando en Hong Kong al término del día. Algunos de los más madrugadores llevaban los paraguas amarillos que se han convertido en símbolo del movimiento.
Hong Kong regresó a dominio chino en 1997 y, a pesar de que disfruta de ciertas libertades económicas inexistentes en China, sus líderes son elegidos siempre con el beneplácito de Pekín.