NUEVA DELHI, 23 Nov. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Un grupo de mujeres policía de Nueva Delhi ha organizado una marcha motera en las calles de la ciudad que tendrá lugar en diciembre en señal de protesta contra el incremento de la violencia machista en la capital india, según ha informado este jueves un portavoz del cuerpo.
Los grupos 'Raftaar' y 'Speed', formados por unas 600 mujeres policía, conducirán en parejas por las calles de Nueva Delhi con motos vanguardistas equipadas con armas, sprays de pimienta y cámaras en la carrocería.
Un portavoz de la Policía de Nueva Delhi, Dependra Pathak, ha asegurado en declaraciones al periódico 'Hindustan Times' que "básicamente se trata de una fuerte estrategia de contención penal en las calles".
"El asiento trasero llevará armas como un fusil AK-47 y las conductoras llevarán un revolver de 9 milímetros. Tendrán todos los accesorios (necesarios) para hacerlos efectivos en el terreno". Las mujeres y niñas de India se enfrentan a múltiples amenazas, entre las que se incluyen las violaciones, los secuestros y los asesinatos relacionados con la dote, aunque también es común que sufran acoso sexual, ataques con ácido o sean víctimas de matrimonios infantiles.
Una encuesta realizada en octubre por parte de Thomson Reuters Foundation, en la que se analizaba la situación de las mujeres en Nueva Delhi y en Sao Paulo, ha puesto de manifiesto que se trata de las peores megaciudades del mundo en lo referente a los crímenes sexuales que se cometen contra las mujeres, hasta el momento India ostentaba el título de "capital de la violación".
Según datos policiales registrados hasta el 15 de noviembre, las denuncias por violencia contra las mujeres en Nueva Delhi se han duplicado desde 2012 con más de 11.000 delitos cometidos, entre los que se incluyen secuestros y agresiones.
La concienciación pública sobre la violencia que sufren las mujeres en Nueva Delhi, particularmente en los casos de abusos sexuales, se ha incrementado desde la brutal violación que sufrió una estudiante de 23 años dentro de un autobús en diciembre de 2012. Este caso provocó una oleada de protestas en todo el país que destapó a nivel global la violencia de género que existe en el segundo país más poblado del mundo.
HUMILLADAS
Las autoridades indias han aprobado estrictas medidas legales contra los crímenes por violencia de género y han establecido una red de llamadas de emergencia que está activa las 24 horas del día, así como juzgados de vía rápida para atender casos de violación y un fondo para financiar los centro de emergencias que atienden a las víctimas.
Asimismo, las autoridades han implantado numerosos puestos de trabajo para las mujeres en las comisarías, mientras que miles de policías han recibido clases de sensibilización en materia de violencia de género. Además, la capital ha incrementado los puestos de control por las noches, la vigilancia y las patrullas que rondan por la ciudad.
Sin embargo, un informe presentado por la ONG Human Rights Watch (HRW) este mes ha denunciado que el sistema penal de India sigue fallando a las víctimas. La organización ha advertido de que las supervivientes de abusos sexuales suelen sufrir humillaciones en las comisarías de Policía y en los hospitales, al tiempo que ha señalado que la Policía no formaliza las denuncias que presentan estas mujeres, lo que deja tanto a las víctimas como a los testigos desprovistos de protección.
La directora de HRW para el sudeste asiático, Meenakshi Ganguly, ha subrayado que, aunque es importante que durante los interrogatorios por casos de abusos sexuales está presente una oficial que sea mujer, "enviar a más mujeres en las patrullas no resolverá necesariamente este problema".
"Lo que se necesita es un mejor entrenamiento para todas las fuerzas policiales, de modo que las supervivientes sean tratadas con respeto y dignidad y se realice una investigación de la manera adecuada para garantizar que las condenas se basen en pruebas", ha concluido.