PRÍSTINA, 26 Mar. (Reuters/EP) -
La Policía kosovar ha empleado gas lacrimógeno contra cientos de nacionalistas serbios concentrados en la ciudad de Mitrovica para arropar un acto sobre la mejora de las relaciones entre Kosovo y Serbia organizado por Belgrado y al que asistió el jefe de la oficina serbia para Kosovo, Marko Djuric, quien fue arrestado y posteriormente liberado por la Policía kosovar.
Poco después del inicio del acto fue detenido Djuric, a quien se le había denegado un permiso para entrar en el país debido a su discurso nacionalista considerado inflamatorio por Prístina. Además los agentes lanzaron gas lacrimógeno contra los manifestantes que se concentraron para protestar por la detención.
Djuric fue llevado en un furgón policial a Prístina, donde fue abucheado por albano-kosovares y trasladado a pie y esposado hasta la comisaría central de la ciudad, ha informado un testigo presencial de Reuters. Poco después, Djuric fue trasladado a un puesto fronterizo y puesto en libertad para regresar a Serbia.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha criticado el uso de la fuerza por parte de la Policía y la detención de Djuric, "una provocación brutal, el peor acto criminal". En cualquier caso, ha pedido calma a los serbios que viven en el norte de Kosovo.
La jefa de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha explicado que ha hablado con los presidentes de Kosovo y de Serbia. "Lamento lo que ha ocurrido hoy en Kosovo. Es necesaria la calma y preservar el diálogo", ha publicado Mogherini en Twitter.
Las autoridades kosovares habían enviado unidades especiales de la Policía a Mitrovica para impedir la visita de Djuric y del ministro de Defensa serbio, Aleksandar Vulin, en medio de un incremento de la tensión entre ambos países. Vulin finalmente no se presentó en el acto.
Mitrovica es la principal ciudad de la región norte del país de mayoría serbia, donde viven unos 50.000 serbios sin presencia efectiva de las autoridades kosovares.
Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, antigua provincia propia, pero está bajo presión de la UE para que normalice relaciones con Kosovo para facilitar la adhesión a la UE. Kosovo, un país de 1,8 millones de habitantes, es independiente 'de facto' desde hace diez años y está reconocido por 116 países entre los que no se incluye España.