KINSHASA 3 Feb. (Reuters/EP) -
La Policía congoleña ha matado este viernes a al menos ocho miembros de la secta religiosa separatista Bundu dia Kongo (BDK) en el suroeste de República Democrática del Congo, una zona del país en la que no suelen registrarse episodios violentos, según han informado varios activistas locales.
Los agentes policiales han abierto fuego contra los miembros de esta secta cuando se aproximaban a la morgue de la localidad de Kimpese para recoger los cuerpos de varios miembros del grupo que murieron en las manifestaciones de enero. Un activista de esta localidad ha dicho que han muerto al menos ocho miembros de la secta.
El coordinador provisional de Nueva Sociedad Civil, Jonas Lukoki, ha elevado el balance de muertos por disparos de la Policía. "Ha habido doce muertos, incluidos tres niños", ha señalado. Los dos activistas consultados por Reuters han asegurado que los miembros de la secta estaba desarmados cuando la Policía abrió fuego contra ellos.
Un portavoz de la Policía ha explicado a Reuters que han muerto varias personas en los enfrentamientos registrados entre miembros de la secta separatistas y los agentes pero no ha aportado más detalles sobre lo sucedido ni ha concretado el balance.
Los analistas creen que la continuidad en el cargo del presidente del país, Joseph Kabila, tras haber concluido su mandato en diciembre de 2016, ha llevado a un aumento de la actividad de varios grupos armados, en algunas ocasiones causando víctimas mortales.
Los enfrentamientos armados no son muy habituales en el oeste de República Democrática del Congo, no así en el este del país, donde operan decenas de milicias y grupos rebeldes. En los últimos meses la violencia ha aumentado en República Democrática del Congo, con casos como los enfrentamientos en diciembre entre los miembros de otra secta y las fuerzas de seguridad que acabaron con la vida de al menos 18 personas.
La secta separatista BDK fue fundada por el autoproclamado profeta Ne Muand Nsemi en los años 80 y tiene como objetivo reinstaurar el antiguo reino de Congo, que durante siglos floreció a orillas del río Congo en la costa atlántica africana.
Las fuerzas de seguridad congoleñas mataron a más de 300 miembros y partidarios de esta secta en operaciones contra manifestaciones que, en algunos casos, tuvieron incidentes violentos en 2007 y 2008, según denunciaron los grupos de defensa de los Derechos Humanos. El grupo asegura contar con miles de seguidores y miembros, si bien no hay una cifra confirmada.
El Gobierno dijo entonces que tenía que reafirmar su autoridad en la zona y en marzo de 2008 prohibió otra manifestación de BDK pero la secta continúa teniendo influencia en la región.