ASUNCIÓN, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El policía que disparó mortalmente al dirigente juvenil opositor Rodrigo Quintana estaba arrestado por violencia familiar, pero se escapó, se hizo con un arma y disparó contra Quintana, según ha revelado este lunes la propia Policía Nacional.
El sospechoso es el suboficial Gustavo Florentín, de 23 años, quien estaba retenido en la Agrupación de Seguridad de Asunción, ha relatado el comisario Julio Melgarejo Cáceres, jefe de Agrupación de Seguridad, en declaraciones al juez de Luque, a las afueras de Asunción, Nelson Romero, según recoge el portal de noticias paraguayo 'hoy.com.py'.
Florentín aprovechó la confusión durante las protestas en el centro de Asunción para apoderarse de una escopeta calibre 12 que se encontraba en un armario en la Compañía Antidisturbios de la Agrupación Especializada de Seguridad y salió con un casco táctico en la cabeza, hechos que quedaron grabados en imágenes del circuito cerrado de seguridad. Después se dirigió a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), donde disparó mortalmente contra Quintana.
"El mismo por su condición de arrestado por orden judicial no se encontraba afectado por ninguna nota de servicio escrita ni verbal, por lo que se encontraba violando la medida sustitutiva impuesta por el juzgado", subraya el escrito de Melgarejo.
El diputado del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) Jorge Ávalos Mariño ha explicado que "según el informe, se le ocurrió agarrar una escopeta, tomar un casco y salir a la calle". "No somos idiotas, nosotros estamos seguros que ellos recibieron órdenes. Por eso vamos a seguir de cerca la investigación fiscal", ha asegurado en declaraciones a la emisora 970AM. Así, Ávalos ha demandado "que todos los uniformados que ingresaron al PLRA deben ser imputados por el Ministerio Público".
Por el momento, la fiscal Raquel Fernández ha imputado a Florentín por homicidio doloso y ha pedido prisión preventiva cautelar. Florentín se encuentra detenido en la sede del Departamento de Investigación de Delitos.
Además, Fernández ha ordenado que los otros cinco policías que irrumpieron en la sede del Partido Liberal fueran puestos en libertad, auqnue seguirán siendo investigados y no se descarta la imputación de los mandos superiores.