OAXACA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cientos de policías federales mexicanos se retiraron de la plaza central de la ciudad de Oaxaca el sábado, poniéndole fin a seis semanas de ocupación para restaurar el orden en la ciudad histórica en el sur de México.
La retirada de la policía es una señal más de que está a punto de acabar el conflicto de seis meses que dejó al menos nueve muertos, ahuyentó al turismo y dejó en ruinas la economía de la ciudad.
Los policías, con chalecos antibalas de color gris, empezaron a recoger sus tiendas y sacos para dormir, retirándose de la plaza antes del amanecer y dejándole el control de la misma a las policías estatal y citadina.
Lino Celaya, secretario de seguridad de Oaxaca, dijo que alrededor de 2.000 policías continuarán en una base militar en las afueras de la ciudad, en caso de que se amerite su regreso.
Más de 4.000 policías federales acompañados con cañones lanzadores de agua y helicópteros tomaron Oaxaca a finales de octubre, expulsado del centro a los manifestantes que la tuvieron bajo su control durante cinco meses.
Los manifestantes, una coalición de izquierdistas, sindicalistas y grupos indígenas, habían levantado barricadas y quemado autobuses en demanda de la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, a quien acusan de corrupción y represión.
La presencia de los policías con equipo antimotines, vehículos blindados, cañones de agua y cercas de alambre de púas, causó molestias entre muchos de los pobladores de la zona, que la consideraron una virtual ocupación militar.