ISLAMABAD/LAHORE (PAKISTÁN), 14 (Reuters/EP)
La Policía de Pakistán ha detenido este martes en la provincia de Punyab a decenas de miembros del partido islamista Tehreek-e-Labaik que desde hace una semana mantienen bloqueada la principal carretera de acceso a Islamabad, la capital del país, en el marco de los conflictos que se están produciendo entre los activistas religiosos y las autoridades paquistaníes.
Cientos de simpatizantes del partido Tehreek-e-Labaik han bloqueado desde el viernes la principal entrada a Islamabad y han amenazado con llevar a cabo actos violentos si el Gobierno no cumple con la petición que realizó la formación de destituir al ministro de Justicia, Zahid Hamid.
Tehreek-e-Labaik ha acusado a Hamid de haber realizado modificaciones en la ley electoral que incitan a la blasfemia. Por su parte, el Gobierno ha señalado que solo se trató de un error administrativo.
Las leyes de blasfemia en Pakistán se han convertido en una excusa para los islamistas, especialmente desde 2011 cuando el gobernador liberal de Punyab, Salman Taseer, fue asesinado por un guardia de seguridad al cuestionar la legalidad de la condena de muerte como pena por insultar al Islam o al profeta Mahoma.
Un portavoz del Gobierno provincial de Punyab, Malik Muhammad Ahmed Khan, ha asegurado en declaraciones a Reuters que las manifestaciones que se han producido han sido una "seria inconveniencia para los ciudadanos y están interrumpiendo la vida pública" en esta localidad de los alrededores de Islamabad.
"El Gobierno de Punjab ha detenido a decenas de activistas de Tehreek-e-Labaik procedentes de varios distritos", ha afirmado.
Por su parte, un portavoz de la formación islamista, Ejaz Ashrafi, ha señalado que la Policía ha detenido a cientos de afiliados en una redada de carácter nacional y que los arrestos se han producido principalmente en la sede del partido, situada en Punjab.
El ministro del Interior, Ahsan Iqbal, intó este lunes a los manifestantes a entablar diálogo con las autoridades, al tiempo que advirtió de que espera que el Gobierno "no se vea obligado a tomar medidas extremas".
Una fuente de Seguridad ha asegurado que los manifestantes detuvieron a varios policías, incautaron sus armas y les golpearon. "El secuestro de miembros de la Policía es un crimen horrible", ha declarado Iqbal.
La Policía ha acusado a los manifestantes, que han ocupado la arteria principal que une la capital con la ciudad de Rawalpindi, de atacarles con piedras.
Ante estos episodios de violencia, el Gobierno ha bloqueado numerosas carreteras con contenedores para acorralar a los manifestantes, lo que ha provocado numerosos atascos y gran tráfico.
El ministro de Estado para Asuntos de Interior, Talal Chaudhry, ha subrayado que el Gobierno ha rechazado la solicitud de destituir al ministro de Justicia y ha pedido a la Policía que impida que más miembros de Tehreek-e-Labaik se unan a estas protestas multitudinarias.
En 2007, un enfrentamiento entre las autoridades y varios simpatizantes radicales de predicadores en Islamabad se saldaron con la muerte de más de 100 personas.
Chaudhry ha afirmado que el Gobierno aún está intentando resolver este asuntos mediante el diálogo "pero la situación se está convirtiendo en algo intolerable". "Si esto no se puede resolver las carreteras deberán de ser desalojadas".