MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional Civil de El Salvador ha confirmado la detención de otros 503 pandilleros el miércoles en el marco de un estado de excepción impuesto a finales de marzo con el fin de combatir la ola de asesinatos en el país centroamericano.
Así, la Policía salvadoreña ha informado en sus redes sociales de la captura de este más de medio millar de "terroristas" a lo largo de todo el territorio nacional en tan solo una jornada.
Con estos ya son más de 14.500 los pandilleros detenidos por las autoridades de El Salvador, que ya en anteriores ocasiones han reconocido estar inmersas en una "guerra contra las pandillas". "No daremos tregua a los terroristas", han subrayado.
La Asamblea Legislativa aprobó el 27 de marzo la entrada en vigor durante 30 días del régimen de excepción en todo el país para combatir la ola de homicidios, que en la jornada previa ya dejó más de 60 muertos. La ola de crímenes ha ido en ascenso desde principios de año y el presidente, Nayib Bukele, ha prometido atajarla de raíz.
Durante 30 días, el Gobierno salvadoreño queda capacitado para suspender ciertas libertades y garantías para facilitar despliegue de militares y policías en las calles y en los municipios donde ocurrieron estos homicidios.
Human Rights Watch (HRW) o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han manifestado su preocupación por la imposición del estado de excepción en El Salvador, a lo que Bukele ha respondido que estas organizaciones "defienden a los pandilleros". Mientras, Naciones Unidas ha mostrado asimismo preocupación por la ola de homicidios en el país centroamericano.
En este contexto, la propia Asamblea Legislativa ha aprobado una ley que permitirá agilizar la construcción de nuevas cárceles con un sistema que contempla la expropiación de terrenos. Las empresas no estarán obligadas a someterse a todos los requisitos de la ley que regula los contratos con el Estado y, además, se beneficiarán de exenciones fiscales.
El Gobierno, que no ha aclarado dónde se construirán estas nuevas cárceles, había apostado en 2021 por demoler prisiones para levantar otras infraestructuras de interés social, pero ha terminado por cambiar de idea después de que la cifra de detenidos se haya disparado en estas últimas semanas.
Bukele ha aplicado una política de mano dura con las pandillas y, pese a las dudas generadas en la ONU y en otras organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, ha advertido de que seguirá por esta misma línea. En los últimos días, ha defendido que El Salvador ha vivido "la Semana Santa más segura de toda la historia".