MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Sri Lanka ha comenzado a emplear gases lacrimógenos y disparos al aire para dispersar la multitudinaria protesta que ha congregado este sábado a decenas de miles de personas en la capital del país, Colombo, para exigir una vez más la disolución del gobierno en medio de lo que se considera ya como la peor crisis económica desde la independencia de 1948.
La concentración, liderada por un grupo de monjes budistas, ha ido aumentando en intensidad hasta que un grupo de manifestantes ha intentado irrumpir en un acuartelamiento militar cerca de la residencia del presidente, Gotabaya Rajapaksa, en la calle Chatham.
La Policía ha disparado aire para dispersar a los miles de manifestantes que se han concentrado en la vía mientras las protestas se han fragmentado hasta extenderse a las inmediaciones de Galle Fort, en pleno partido de cricket entre Australia y Sri Lanka en el Galle International Cricket Ground, informa el diario nacional 'Daily Mirror'.
La Policía ya había advertido de que intervendría con la fuerza en el caso de que la protesta -- permitida de manera excepcional a pesar del toque de queda del pasado viernes -- adquiriera tintes violentos, tal y como avisó el portavoz policial Nihal Thalduwa en declaraciones a DPA.
Uno de los líderes de la manifestación, el monje Omalpe Sobitha, declaró ante los medios que la protesta señalaba directamente al Gobierno de Rajapaksa como principal responsable de una crisis económica dividida en dos frentes ahora mismo insalvables: un problema enorme de liquidez y, sobre todo, la escasez de combustible que ha paralizado la vida cotidiana del país.
El presidente, que aplacó temporalmente la ira de la población aceptando la dimisión en mayo del entonces primer ministro, su hermano Mahinda Rajapaksa, se ha negado a abandonar el poder y ha pedido tiempo para que el nuevo jefe del Gobierno, su antiguo oponente Ranil Wickremesinghe, solucione la situación.