La Policía de Turquía detiene a 17 supuestos milicianos en una redada en sedes del partido HDP en Estambul

ESTAMBUL 11 Ago. (Reuters/EP) -

La Policía de Turquía ha detenido este jueves en Estambul a 17 presuntos milicianos durante una serie de redadas realizadas en varias oficinas del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), según han publicado medios de comunicación locales.

Las operaciones policiales han tenido lugar unas horas después de que se produjera un doble atentado con bomba en el sureste del país, el cual se ha saldado con la muerte de nueve civiles y ha sido atribuido por las fuerzas de seguridad al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Las unidades especiales antiterroristas de la Policía, respaldadas por un helicóptero, han irrumpido esta madrugada en las oficinas del HDP en el distrito central de Beyoglu, según ha informado la agencia de noticias Dogan.

El objetivo de las redadas es el de acabar con la "estructura urbana" del PKK, según la agencia Anatolia, que ha señalado que los detenidos han sido acusados de "pertenencia a un grupo terrorista", reclutamiento y asociación ilegal.

Tras la ruptura del alto el fuego entre el PKK y el Gobierno turco, la violencia ha aumentado en el este del país. El líder del PKK ha alertado en repetidas ocasiones de que la Policía "no vivirá tan cómodamente como lo ha hecho hasta ahora y que la guerra se extenderá a cualquier ciudad, valle o montaña del país".

El atentado que tuvo lugar el miércoles en Diyarbakir ha sido condenado por el HDP. "Hacemos un llamamiento al cese de la violencia y los ataques inmediatamente para que se tomen las medidas necesarias y solucionemos nuestras diferencias mediante la negociación", ha comunicado la formación prokurda.

El líder del partido, Selahattin Demirtas, ha instado en varias ocasiones al PKK a abandonar las armas. El presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado al HDP de constituir el brazo político del PKK. Los miembros del HDP, por su parte, han negado cualquier tipo de relación con los milicianos y han insistido en negociar para que terminen los enfrentamientos, que se han saldado hasta la fecha con unos 40.000 muertos.