La Policía de Zimbabue emplea gases lacrimógenos para dispersar a partidarios de la oposición en Harare

Policías delante de la sede del partido opositor MDC
Policías delante de la sede del partido opositor MDC - REUTERS / PHILIMON BULAWAYO - Archivo
Publicado: miércoles, 20 noviembre 2019 12:31


HARARE, 20 Nov. (Reuters/EP) -

La Policía de Zimbabue ha empleado este miércoles gases lacrimógenos, porras y cañones de agua para dispersar a partidarios del principal partido de la oposición concentrados frente a su sede en la capital para escuchar a su líder.

El Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) acusa al presidente, Emmerson Mnangagwa, de haber adoptado las mismas tácticas de mano dura que su predecesor, Robert Mugabe, quien falleció el pasado 5 de septiembre y fue depuesto en un golpe militar en noviembre de 2017.

El domingo, Mnangagwa defendió su gestión en un artículo de opinión publicado en CNBC Africa, asegurando que su administración está abriendo el espacio político y mediático. Pero la Policía ya ha prohibido este año varias concentraciones del MDC, argumentando que temía que los actos degeneraran en violencia.

Cientos de policías han bloqueado las calles que llevan a la sede del MDC en Harare pero los partidarios de la formación han seguido concentrándose, cantando y coreando eslóganes antes de la llegada de su líder, Nelson Chamisa, quien iba a dirigirse a ellos.

Unos minutos después de que Chamisa entrara en el edificio, la Policía ha cargado contra la multitud con porras y empleado gases lacrimógenos, provocando una estampida, según testigos de Reuters.

Responsables del MDC han defendido que lo sucedido muestra una vez más que el partido opositor es víctima de la brutalidad del Gobierno. "El MDC condena firmemente el ataque violento por la Policía contra los ciudadanos que se habían concentrado pacíficamente frente a nuestra sede. Este tipo de brutalidad bárbara es totalmente inaceptable en Zimbabue", ha sostenido el portavoz del partido, Daniel Molokelo.

La tensión política ha ido en aumento en Zimbabue, donde la población se enfrenta a una grave crisis económica que ha provocado cortes eléctricos que duran hasta 18 horas al día y falta de divisas, combustible y medicinas.

La mayoría de los médicos del sector público están en huelga por sus salarios desde septiembre, lo que ha paralizado los hospitales gubernamentales donde los más pobres reciben tratamiento. Otros trabajadores del sector público reclaman salarios en dólares para protegerse de la galopante inflación.

Sus detractores esgrimen que Mnangagwa no ha mantenido las promesas que hizo durante la campaña para las elecciones de 2018 de revivir la economía mediante reformas económicas, atrayendo la inversión extranjera para crear empleos y reconstruyendo las infraestructuras en declive.

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