LIUBLIANA, 26 Feb. (Reuters/EP) -
Los jefes de la Policía de Eslovenia, Austria, Macedonia, Serbia y Croacia han firmado este viernes el acuerdo para limitar el flujo de inmigrantes y refugiados a 580 al día por país.
"Las diferentes Jefaturas se comprometen a limitar el tránsito diario a través de los Balcanes a un número que les permita controlar a cada inmigrante de acuerdo con la normativa Schengen", según ha confirmado la Policía eslovena en un comunicado.
Culmina así una iniciativa que ha despertado los recelos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, quien afirmó que las nuevas políticas migratorias aprobadas por estos países agudizan la crisis de los refugiados.
En su comunicado, Al Hussein subrayó que estas medidas "han empezado a tener un impacto negativo en los Derechos Humanos de los refugiados", agregando que están empeorando la situación en Grecia, el principal puerto de llegada de esas personas a Europa.
Precisamente Grecia ha rechazado este viernes una petición de la ministra del Interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner, para visitar el país en un gesto que alimenta la tensión después de que Atenas convocara la víspera al embajador de Austria en protesta por la decisión de Viena de restringir el flujo de refugiados sin contar con la opinión griega.
El Ministerio de Exteriores griego ha declarado que, antes de aceptar a Mikl-Leitner, Austria deberá revertir su decisión "unilateral" contra el tránsito de refugiados que Viena acordó el pasado miércoles con los estados balcánicos, según fuentes diplomáticas helenas al diario griego 'Kathimerini'.
Grecia acusó al Gobierno austriaco de concertar el encuentro sin pedir consulta a las autoridades helenas, que podrían ver gravemente afectados sus planes para gestionar el tránsito de refugiados si se restringe la ruta balcánica.
"Las iniciativas unilaterales para resolver la crisis de refugiados y las violaciones del derecho internacional y europeo por parte de Estados miembros de la UE es una práctica que afectaría los propios fundamentos de la unificación europea", defendió ayer el Ministerio griego.
"La responsabilidad de abordar la crisis migratoria y de refugiados no puede recaer solo en un país", advirtió el Gobierno de Alexis Tsipras. Por ello, Grecia acusó a Austria de protagonizar un "acto de enemistad" y decidió llamar al embajador para protestar.