BRUSELAS, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha felicitado este viernes a las dos Coreas por su "reunión histórica" en la que han acordado impulsar la desnuclearización de la península, pero ha advertido a Pyongyang de que la "campaña global de presión" continuará mientras no desmantele su arsenal nuclear.
"Nuestro objetivo sigue siendo el mismo, estamos comprometidos con el desmantelamiento permanente, verificable e irreversible de los programas de armas de destrucción masiva de Corea del Norte sin demora. Hasta entonces, la campaña global de presión continuará", ha expresado en una rueda de prensa tras participar en su primera reunión de ministros de Exteriores de la OTAN.
Pompeo ha indicado, recordando las palabras del presidente estadounidense, Donald Trump, que "Estados Unidos no repetirá errores del pasado" y más tarde ha subrayado que las promesas de Corea del Norte "están bien", pero "una acción transparente y verificable es esencial".
"Siempre tengo cuidado, hay mucha historia aquí en la que se han hecho promesas, se han levantado esperanzas y después se han truncado", ha advertido el nuevo secretario de Estado norteamericano.
En este contexto, Pompeo ha asegurado que la presión económica sobre el régimen que "ha liderado el presidente Trump" ha llevado a que Kim Jong Un reconociese que "va en su interés ir a la mesa a hablar sobre la desnuclearización".
En la misma línea se ha expresado el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien, en un comunicado, ha destacado que el hecho de que el líder norcoreano haya aceptado reunirse "sin que Estados Unidos haga ninguna confesión" demuestra "la fortaleza del liderazgo" de Trump.
"El acuerdo de paz coreano es un paso hacia la desnuclearización de la península coreana, pero sólo es un paso. Cualquier conversación, promesa y garantía de Corea del Norte será vista con reservas, vigilancia y verificación", ha manifestado Pence.
El vicepresidente de Estados Unidos también ha aclarado que los trabajos de planificación para la cumbre entre Washington y Pyongyang continúan, pero la "campaña de presión" sigue "inalterada".