SÍDNEY, 21 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno australiano ha alcanzado su mínimo apoyo en seis meses debido a la polémica de la doble nacionalidad que podría expulsar a tres ministros del gabinete del parlamento, según ha demostrado una encuesta de Newspoll.
El gobierno de coalición del primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, está por debajo del Partido Laborista con un margen de ocho puntos porcentuales, obteniendo el apoyo más bajo desde febrero de 2017.
Al mismo tiempo, el apoyo del partido de extrema derecha Una Nación ha subido dos puntos porcentuales.
Las próximas elecciones nacionales no se celebrarán hasta 2019, pero el bajo apoyo al gobierno de Turnbull podría desafiar su mandato, según aseguran los analistas políticos.
"Los votantes parecen haber decidido que este gobierno bajo Turnbull no es efectivo y la única forma en que puede darle la vuelta es consiguiendo apartar la cuestión de la ciudadanía rápidamente", ha señalado el profesor de ciencias políticas en la Universidad Flinders, Haydon Manning.
El Parlamento australiano se ha visto sacudido después de que se desvelara que siete políticos, entre ellos tres ministros, tuvieran doble nacionalidad, lo que podría inhabilitarles.
Este problema se basa en una ley que tiene 116 años de antigüedad y demanda que los responsables políticos sólo pueden tener la nacionalidad australiana. En concreto, el artículo 44 de la Constitución de Australia establece que "aquel súbdito o ciudadano que pertenezca a una potencia extranjera" debe ser inhabilitado de su cargo.
Esta vieja norma ha cobrado actualidad esta semana, cuando el viceprimer ministro, Barnaby Joyce, ha confesado que podría tener que renunciar al cargo porque ostenta también la nacionalidad neozelandesa, igual que su padre. Ha renunciado a esta segunda ciudadanía, pero está a la espera del fallo del Tribunal Supremo.
La crisis de la doble nacionalidad amenaza la mayoría parlamentaria del Gobierno de Malcolm Turnbull, porque los diputados y senadores independientes podrían retirarle su apoyo si no cesa a los miembros de su Gabinete afectados por este escándalo.