MADRID 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Thameen al Kheetan, ha manifestado este viernes estar "sumamente preocupado" por la desaparición forzada de dos activistas en Guinea, alegando que se produjeron "en violación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos", y ha pedido una investigación "de inmediato".
"Instamos a las autoridades de transición de Guinea a que liberen de inmediato y sin condiciones a los dos activistas, a menos que se les acuse formalmente de conformidad con los procedimientos judiciales establecidos, y a que garanticen su derecho a una defensa jurídica adecuada", ha expresado Al Kheetan en un comunicado.
Asimismo, el portavoz de Derechos Humanos de la ONU ha hecho un llamamiento a las autoridades guineanas para que lleven a cabo "una investigación rápida e independiente sobre las circunstancias de su detención y desaparición, así como sobre los informes de tortura y otras formas de malos tratos" en el país.
"Todos los responsables de cualquier violación de sus derechos humanos deben rendir cuentas", ha sentenciado el funcionario de Naciones Unidas, instando a la protección de "los derechos a la libertad de opinión, de expresión y de reunión pacífica de todos los guineanos, incluidos los activistas de la oposición".
Los activitas en cuestión han sido identificados como Oumar Sylla y Mamadou Billo Bah, líderes del movimiento cívico Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC). Ambos fueron arrestados por las fuerzas de seguridad el pasado 9 de julio en la capital del país, junto con Mohamed Cissé, coordinador del FNDC en Matoto, Conakry.
Informes recabados por la ONU apuntan a que "la detención se realizó de manera violenta y sin orden judicial" y, si bien Cissé fue puesto en libertad al día siguiente, se desconoce el paradero de Sylla y Bah, lo que hace temer que se trate de detenciones arbitrarias y de desapariciones forzadas.
En este contexto, la Fiscalía General ha afirmado públicamente que no se encuentran recluidos en ningún centro de detención oficial y la ONU ha recibido informes que indican que han sido sometidos a actos de tortura y tratos inhumanos y degradantes.