Aung San Suu Kyi
TT NEWS AGENCY/REUTERS
Actualizado: martes, 8 agosto 2017 15:31

BIRMANIA 8 Ago. (Reuters/EP) -

El paulatino acercamiento de la consejera de Estado de Birmania, Aung San Suu Kyi, a los medios de comunicación estatales está causando preocupación entre la prensa independiente por el temor a que la líder birmana esté tomando un rumbo similar al de la extinta junta militar en materia de comunicación.

Suu Kyi, galardonada con el premio Nobel de la Paz en 1991, llegó al poder en marzo de 2016 en las elecciones celebradas tras el final de la junta militar, pasando de ser una prisionera política con las autoridades militares a la nueva líder del país por la victoria de su partido en los comicios.

Suu Kyi cosechó al principio el apoyo de la prensa internacional en su campaña contra las autoridades castrenses y sus portavoces pero ahora ella misma mantiene las distancias con estos medios tras haber alcanzado el poder. Diplomáticos occidentales y algunos de sus asesores han alertado de que esta postura es una estrategia fallida que a largo plazo puede pasarle factura.

En una conversación con ciudadanos en el centro de Birmania este lunes, retransmitida por la emisora estatal MRTV, Suu Kyi pidió al público que confíe en los comunicados oficiales sobre las actividades del Gobierno.

"Me gustaría pediros que leáis las noticias difundidas por el Gobierno en los periódicos y en MRTV", ha señalado, haciendo hincapié en que los ciudadanos tienen que fiarse de la versión que transmite el Gobierno en sus medios sobre la intervención de las Fuerzas Armadas en la crisis en el estado de Rajine.

En este territorio, milicianos musulmanes rohingya mataron a nueve policías en varios ataques en octubre, lo que provocó una fuerte respuesta militar de las autoridades, una represalia que ha sido denunciada por Naciones Unidas por considerar que pudo incurrir en crímenes contra la Humanidad.

Medios de comunicación estatales, incluida la cuenta oficial de la oficina de Suu Kyi en una red social, difundieron mensajes en los que rechazaban las noticias de los medios internacionales sobre la ofensiva y aseguraban que eran "noticias falsas" y "falsas" violaciones de Derechos Humanos.

Suu Kyi ha rechazado en varias ocasiones las peticiones tramitadas para que investigadores de la ONU pudieran acceder al país para conocer lo que sucede en el estado de Rajine.

"Siempre escucharán (en los medios de comunicación oficiales) lo que el Gobierno hace por la paz y la estabilidad en Rajine", ha asegurado Suu Kyi este lunes. "Prestamos especial atención a que el mundo entero se interese por estas cuestiones", ha añadido.

La llamada unidad de comunicaciones del Gobierno, de la que no forma parte la oficina de Suu Kyi, también publica desde finales de junio las noticias sobre los actos oficiales. Una de estas notas destacaba que, desde que Suu Kyi llegó al Gobierno, el Ejecutivo se ha caracterizado por "el trabajo duro, la paciencia y las decisiones difíciles" y culpaba a los ejecutivos anteriores por el hecho de que la economía no prospere y no aumente la inversión extranjera.

Myint Kyaw, un miembro del Consejo de Prensa de Birmania, ha asegurado que Suu Kyi parece estar buscando el respaldo de los medios estatales, una actitud que ha definido como un intento de mantener al país "en la era de la propaganda".

Durante una reciente gira con periodistas, Suu Kyi no ha dado entrevistas a los medios locales y ha evitado en todo momento a los periodistas para no responder a sus preguntas, tal y como ha podido comprobar Reuters en la visita que el lunes realizó a una localidad del centro del país.

EVITANDO A LA PRENSA

Medios de comunicación extranjeros fueron invitados a una visita de prensa al estado de Rajine en julio pero los reporteros estuvieron vigilados de cerca por agentes de seguridad y solamente se les permitió visitar una aldea en la que una localidad donde los ciudadanos habían denunciado que se habían cometido abusos de los Derechos Humanos.

Miembros del equipo de seguridad de Suu Kyi impidieron físicamente que los periodistas hicieran preguntas este lunes. Suu Kyi no respondió a las preguntas que le hizo el reportero de Reuters y su portavoz, Zaw Htay, aseguró en un mensaje enviado este martes que no quería hacer declaraciones.

Los medios de comunicación temen que la libertad de prensa y de discurso continúe erosionándose en Birmania, teniendo en cuenta que entre julio y agosto han sido detenidos cinco periodistas.

Bidhayak Das, un periodista y académico indio que ha formado a varios reporteros en Birmania, ha señalado que Suu Kyi corre el riesgo de perder el apoyo de los medios independientes, que surgieron tras la abolición de la censura en 2012 y que cada vez tienen más influencia.

"En vez de mantener un contacto regular con los medios de comunicación y aclarar las dudas sobre la posición del Gobierno o sus opiniones sobre procesos de paz en el conflicto de Rajine y en los problemas económicos, ella ha decidido evitar a los medios", ha considerado Das.

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