Presentan cargos contra el exgobernador de Míchigan Rick Snyder por la contaminación del agua en la ciudad de Flint

MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El exgobernador del estado de Míchigan Rick Snyder ha sido imputado por presunta "negligencia deliberada" en el marco de la crisis del agua de la ciudad de Flint, que fueron contaminadas a raíz del cambio de suministro para disminuir costes.

Tras una exhaustiva investigación, Snyder ha sido acusado de tomar "ruinosas decisiones" durante su tiempo en el cargo en el marco de la crisis del agua en Flint, que desembocó en un brote de legionela en la región.

Los cargos, según ha indicado el portal de noticias Politico, podrían acarrear una pena de hasta un año de prisión y una multa de 1.000 dólares (más de 820 euros). No obstante, se trata de la primera vez que un gobernador o exgobernador de Míchigan es imputado por delitos relacionados con el desempeño de su cargo al frente del estado.

"Creemos que no hay pruebas de que se incurriera en delito alguno por parte del gobernador", ha aseverado el abogado de Snyder, Brian Lennon, que ha calificado la apertura de un caso por la vía penal de "indignante".

Aparte de Snyder, un político republicano que fue gobernador entre 2011 y 2018, está previsto que se presenten cargos contra otros altos cargos del estado. La imputación se remonta a 2014, cuando el estado decidió cambiar el suministro de agua al vecino río Flint desde el lago Míchigan con el fin de disminuir los costes en Flint, una ciudad de mayoría negra.

El cambió dañó las viejas tuberías y liberó plomo y otros tóxicos al agua, que no fue tratada adecuadamente y provocó uno de los peores desastres medioambientales provocados por el hombre en Estados Unidos.

A pesar de las quejas de los residentes, la Administración Snyder no tomó medidas significativas hasta que un médico alertó de que se habían detectado niveles altos de plomo en la sangre de niños.

La situación provocó al menos 90 casos de legionelosis en el condado de Genesee, entre ellos doce muertes. Algunos expertos han achacado el brote a la falta de cloro en el sistema de tratamiento del agua para controlar la bacteria que provoca la enfermedad.