Montaje de las armas incautadas en la casa de los atacantes en San Bernardino
HANDOUT . / REUTERS
Actualizado: jueves, 17 diciembre 2015 17:59


WASHINGTON, 17 Dic. (Reuters/EP) -

Las autoridades federales presentarán cargos contra el presunto proveedor de armas del matrimonio que perpetró la matanza de San Bernardino, en California, en la que murieron catorce personas, según han señalado dos fuentes gubernamentales.

Enrique Márquez, un amigo y antiguo vecino de Syed Rizwan Farook --que junto con su mujer, Tashfeen Malik, asaltó el 2 de diciembre una fiesta en un centro para discapacitados--, podría ser encausado este mismo jueves, según han señalado fuentes judiciales citadas por las cadenas locales CNN y NBC.

Los fiscales estadounidenses están considerando presentar cargos por posesión de armas contra Márquez, incluso a nivel estatal, según ha confirmado una de las fuentes gubernamentales a Reuters bajo anonimato. Márquez, que conocía a Farook desde la infancia, adquirió legalmente los dos fusiles de asalto AR-15 que la pareja usó en los ataques antes de que fueran abatidos en un tiroteo policial.

El sospechoso, de 24 años de edad, que se registró en unas instalaciones psiquiátricas de Los Ángeles poco antes del ataque, se ha convertido en una pieza clave de las investigaciones por sus vínculos con la pareja. De hecho, está emparentado con la familia de Farook, puesto que su mujer y la esposa de uno de los hermanos mayores de éste son hermanas.

En los últimos días, la Oficina Federal de Investigación (FBI) ha registrado la casa de Márquez y le ha sometido a varios interrogatorios. Durante la investigación, una fuente judicial ha indicado que el sospechoso, que se convirtió al Islam, y Farook planearon algún tipo de ataque en 2012, aunque terminaron descartando la idea.

El director del FBI, James Comey, ha señalado que no había evidencias que vincularan a los autores de San Bernardino con una célula terrorista, aunque sí se inspiraron en Estado Islámico.

Farook y Malik fueron enterrados este martes tras una ceremonia custodiada por agentes del FBI. Varios miembros de la mezquita, en la que rezaban, no quisieron asistir a la ceremonia, según han señalado fuentes de la comunidad.

Los ataques de San Bernardino, que dejaron 21 heridos, han aumentado la preocupación entre los norteamericanos sobre la seguridad nacional y el alcance de Estado Islámico, temas que, de hecho, se han convertido en tópicos de la campaña presidencial estadounidense. La matanza se produjo algunas semanas después de los ataques múltiples de París, en los que murieron 130 personas.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará este viernes a San Bernardino para tener un encuentro privado con las familias de las víctimas.

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