SAO PAULO 5 Sep. (Reuters/EP) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha criticado este viernes a los países europeos por crear "barreras" de entrada a los inmigrantes, diciendo que el niño sirio que fue hallado en una playa de Turquía murió porque "no fue acogido".
Aylan Kurdi, de tres años, murió junto a su madre y su hermano de cinco años al intentar cruzar el mar Mediterráneo con rumbo a Grecia. Fotografías de Kurdi, muerto a la orilla del mar en Turquía, generaron una ola de críticas a la forma en que Europa está lidiando con los miles de refugiados que huyen de conflictos en Oriente Próximo.
"Ese niño sirio de 3 años murió porque no fue acogido, murió porque fue abandonado, murió porque los países crearon barreras a la entrada de ese niño", ha señalado Rousseff en un acto en el estado de Paraíba, en el noreste de Brasil.
Rousseff ha destacado que Brasil es un país que acogió a personas de todo el mundo y agregó que la mezcla étnica es parte de su identidad. "Brasil fue construido por muchas etnias (...) de muchas culturas", ha aseverado.
En el 2013, Brasil anunció que ofrecería visas humanitarias a sirios y ciudadanos de otros países de la región afectados por conflictos. El año pasado, recibió a 2.320 refugiados, la mayoría proveniente desde Siria, según cifras del Gobierno.