BERLÍN, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El fracaso de las negociones para formar gobierno en Alemania en cuatro claves
BERLÍN, 20 (DPA/EP)
El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha asegurado este lunes que entre sus planes no figura por ahora convocar de nuevo elecciones, a la vez que ha apelado a los partidos a asumir su responsabilidad y negociar para poder formar Gobierno.
"Ocho semanas después de las elecciones generales no se ha logrado aún un resultado en las conversaciones para formar Gobierno. Estamos ante una situación que nunca se ha dado en la historia de Alemania, en casi 70 años", ha defendido el jefe del Estado alemán después de reunirse con la canciller Angela Merkel para analizar la situación tras la decisión de los liberales de abandonar la mesa de negociaciones con los conservadores y Los Verdes.
"Formar gobierno siempre fue un proceso difícil", ha reconocido Steinmeier, que ha recordado que el electorado depositó en los partidos políticos la responsabilidad para formar gobierno, "una responsabilidad que no se puede descartar sencillamente y no se puede simplemente devolver al electorado".
"Es el momento en el que todos los implicados deberían volver a reflexionar sobre sus decisiones y posturas", ha comentado. "Esta responsabilidad no es sólo con el electorado del propio partido", ha sostenido. "Espero de todos que estén dispuestos a hablar", ha confiado.
Steinmeier ha anunciado que mantendrá los próximos días encuentros con todos los partidos políticos que han estado negociando hasta ahora --es decir, ecologistas, conservadores y liberales-- en un intento por lograr encontrar una solución para la situación que atraviesa el país. Pero también se reunirá con aquellos con los que matemáticamente también sería posible gobernar, es decir, los socialdemócratas.
"La preocupación es grande tanto dentro como fuera de nuestro país", ha subrayado Steinmeier, sobre el hecho de que la mayor economía de Europa no logre ponerse de acuerdo para formar gobierno tras los comicios del 24 de septiembre donde los conservadores de Merkel fueron el partido más votado.
POSIBLES ESCENARIOS PARA MERKEL
El fracaso de las conversaciones entre conservadores, liberales y ecologistas esta madrugada y la negativa de los socialdemócratas a reeditar la "gran coalición", que ya expresaron tras los comicios y han reafirmado este lunes, deja a Merkel en una situación muy complicada. En Alemania, la ley no estipula un plazo límite para las negociaciones entre los partidos llamados a formar una coalición de Gobierno.
Si no logra encontrar socios de coalición, tiene la baza de gobernar en minoría. La Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel fue el partido más votado en las elecciones del 24 de septiembre, pero no obtuvo los votos suficientes para liderar en mayoría.
La canciller siempre ha rechazado un Gobierno en minoría por la inestabilidad que ello conlleva para la mayor economía de Europa. Si optara finalmente por este camino podría pedir ayuda al Partido Socialdemócrata (SPD) para sacar adelante determinados puntos en las votaciones en el Parlamento.
La otra opción, descartada por ahora por Steinmeier, es la repetición de las elecciones. En Alemania, el presidente es el que está llamado a tomar la iniciativa para proponer a un candidato para el cargo de canciller. Según estipula la ley, debe hacerlo "dentro de un plazo razonable".
En caso de indefinición, como sucede ahora, el presidente federal puede exigir celeridad en el proceso y fijar una fecha límite para la proposición de una persona para el cargo de canciller.
La ley estipula que independientemente de si las formaciones han logrado o no ponerse de acuerdo para formar Gobierno, el presidente nombrará a un aspirante que se someterá al voto del Bundestag. En la primera votación, se exigirá que el candidato haya sido votado por mayoría absoluta.
Si no logra la mayoría absoluta, el Bundestag dispone de dos semanas para, dado el caso, elegir a otra persona. Aquí también se exigirá que sea votado con mayoría absoluta. De no lograrse tendría lugar una última votación en la que sería suficiente con una mayoría relativa. Así, se convertiría en canciller aquel candidato que logre el mayor número de votos.