Recalca que se procederá a los trabajos de exhumación de los cuerpos de las miles de víctimas
MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Angola, Joao Loureno, ha presentado disculpas oficiales por las matanzas en mayo de 1977 tras una escisión en el gubernamental Movimiento del Pueblo para la Liberación de Angola (MPLA), que se saldaron con decenas de miles de muertos.
"Nos reunimos con las víctimas de los conflictos y con los angoleños para pedir humildemente en nombre del Estado angoleño nuestras disculpas públicas por el gran mal que fueron las ejecuciones sumarias en ese momento y circunstancias", ha señalado.
Así, Loureno ha destacado un "arrepentimiento sincero y una voluntad de poner fin a la angustia con la que cargan las familias desde hace años por la falta de información sobre el destino de sus seres queridos", tal y como ha recogido el diario angoleño 'Jornal de Angola'.
El mandatario ha manifestado que "lo que importa es que cada uno asuma sus responsabilidades" y ha destacado que el Gobierno empezará a entregar los primeros certificados de fallecimiento a los familiares de las víctimas de las matanzas del 27 de mayo de 1977.
Loureno ha resaltado además que se procederá al proceso de exhumación de los cadáveres, si bien ha advertido de que "es de esperar que no se logren localizar e identificar los restos mortales de todas las víctimas".
"Haremos todo lo posible para que el mayor número posible de familias enlutadas pueden realizar un funeral digno para sus seres queridos", ha señalado, al tiempo que ha incidido en que se trata de un gesto de "gran simbolismo" que "da un gran alivio a las familias de las víctimas y al Estado angoleño".
"Es momento de alegría y, al mismo tiempo, de derramar las lágrimas contenidas desde hace muchos años, que nos traen el alivio deseado y nos llevan a jurar no permitir que el país vuelva a vivir tan tristes hechos en el futuro", ha remachado el presidente angoleño.
Las matanzas tuvieron lugar después de un intento de golpe de Estado dado por una facción del MPLA encabezada por el ministro del Interior, Nito Alves, que fue rechazado por las fuerzas leales al entonces presidente, Agostinho Neto, quien ocupó el cargo entre 1975 y 1979.
Neto fue el primer presidente del país desde su independencia y encabezó el MPLA durante la guerra de independencia contra Portugal entre 1961 y 1974. El país se vio sin embargo sumido en una guerra civil inmediatamente después que no concluyó hasta 2002.
Tras el intento de asonada de Alves, miles de personas fueron detenidas por sus presuntos vínculos o apoyo al levantamiento y posteriormente juzgadas y ejecutadas de forma sumaria, un proceso bajo supervisión del Gobierno de Neto con apoyo de las autoridades de Cuba.
Las matanzas se saldaron con alrededor de 3.000 muertos, según los datos oficiales, si bien la organización no gubernamental Amnistía Internacional ha apuntado a una cifra diez veces superior, mientras que otras fuentes hablan de hasta 90.000 víctimas mortales.