LUANDA, 14 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Angola, João Lourenço, ha ofrecido este jueves un periodo de amnistía a los ciudadanos que tengan cuentas supuestamente ilegales en el extranjero para que repatrien ese dinero al país en los próximos meses, ya que de lo contrario deberán enfrentarse a la Justicia.
El objetivo del presidente angoleño es fortalecer la economía nacional y combatir la corrupción. Este anuncio ha reforzado una de las principales políticas del gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA). Desde su llegada a la Presidencia en septiembre, Lourenço ha diseñado una línea de actuación contra la corrupción y la impunidad que han existido en Angola durante años.
El director del Banco Central, José Massano, ha señalado en declaraciones a la agencia de noticias estatal Angop que existen unos 30 millones de dólares (unos 25 millones de euros) ocultos en el extranjero, aunque ha matizado que parte de ese dinero es legal y no procede de prácticas corruptas.
Lourenço ha sorprendido a los analistas y diplomáticos por la rapidez con la que ha puesto en funcionamiento esta estrategia por proteger los intereses nacionales y por controlar la economía del país, que es la tercera más grande del África Subsahariana. Angola también es el segundo mayor productor de petróleo.
Durante un congreso del partido gobernante sobre corrupción que tuvo lugar este miércoles, Lourenço anunció que a principios de 2018 se producirá un período de gracia en el que los fondos que los angoleños tienen en el extranjero podrán repatriarse e invertirse en la economía nacional, sin rendir cuantas ante la Justicia.
El presidente ha sostenido que durante ese periodo de gracia, los ciudadanos "no serán castigados y no se les preguntará acerca de las razones por las que ese dinero se encuentra en el extranjero. No serán perseguidos".
"El Estado angoleño considerará que tiene derecho a recuperar el dinero que pertenece a Angola y a sus ciudadanos y lo hará de forma conjunta con las autoridades de los países en los que se encuentra el dinero", ha declarado.
Después de que en 2002 concluyeran los 30 años de guerra civil que ha sufrido el país, la economía nacional creció rápidamente gracias al auge del petróleo, que multiplicó el PIB del país diez veces más en 2014.
Sin embargo, la extendida corrupción y la mala gestión de capitales han provocado que la desigualdad persista, a lo que se suma el colapso de los precios del petróleo que sumergió la economía angoleña en una crisis de la que aun no han emergido. Lourenço ha asegurado que "las expectativas de los angoleños son altas" y no pueden seguir sintiéndose defraudados.
En noviembre, Lourenço destituyó a la hija del ex presidente José Eduardo dos Santos, Isabel dos Santos, de la dirección de la compañía nacional de petróleo Sonangol, al tiempo que canceló los contratos que el Gobierno tenía con una empresa de medios que pertenecía a otras de las hijas de Santos.