MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Argelia, Abdelmayid Tebune, ha anunciado "medidas de gracia" para cerca de 15.000 presos, incluidas personas detenidas durante las manifestaciones antigubernamentales que se han sucedido durante los últimos meses en el país africano, en el marco de las movilizaciones iniciadas en 2019, que provocaron la caída del entonces mandatario, Abdelaziz Buteflika.
Según las informaciones recogidas por la agencia estatal argelina de noticias, APS, Tebune ha firmado un total de cinco decretos tras una recomendación del Consejo Superior de la Magistratura que afecta a 14.914 detenidos "condenados de forma definitiva por crímenes de derecho común y juzgados en casos por robo, atentado contra bienes inmuebles y uso de redes sociales con fines subversivos".
El mandatario ha recomendado además medidas para reducir las penas de personas juzgadas por "actos de vandalismo", con los que las autoridades se refieren a los miembros del movimiento civil 'Hirak' participantes en las movilizaciones, duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad.
Así, los detenidos afectados se beneficiarán de una reducción de pena de 18 meses, si tienen menos de 65 años, y de 24 meses si tienen más de 65 años, mientras que los que continúan fugados se beneficiarán igualmente de una reducción de 24 meses en sus sentencias.
Por otra parte, catorce presos han visto conmutada su condena a muerte por una pena de 20 años, mientras que 27 personas sentenciadas a cadena perpetua han visto conmutada la condena por 20 años de prisión. Asimismo, 40 reos que sufren cáncer o insuficiencia renal verán reducida su pena en 24 meses.
Cientos de personas han sido detenidas en los últimos meses por delitos de opinión y por participar en protestas contra el Gobierno, que se incrementaron con motivo de la celebración de las legislativas de junio de 2021, marcadas por el boicot de varios partidos opositores, críticos con la gestión de Tebune desde su llegada al poder en diciembre de 2019.
Los resultados de las legislativas quedaron empañados por una participación cercana al 23 por ciento, la más baja en la historia del país, en medio del malestar general entre la población contra las élites políticas y económicas y la profunda crisis económica en la que se encuentra sumido el país africano.