Van der Bellen se ampara en la victoria del FPÖ en las legislativas pero avisa que velará por el cumplimiento del Estado de Derecho
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, ha encargado este lunes al líder del ultraderechista Partido de la Libertad (FPO), Herbert Kickl, la tarea de formar gobierno tras el colapso el pasado fin de semana de las negociaciones previas entre conservadores, socialdemócratas y centristas.
En un discurso ante la nación tras una reunión con Kickl, el presidente austriaco ha recordado que el Partido de la Libertad fue el más votado en las elecciones legislativas de septiembre, y ha estimado que, tras el encuentro mantenido entre ambos esta mañana, ha extraído la conclusión de que el líder ultraderechista "tiene confianza para encontrar soluciones viables "y quiere asumir esta responsabilidad".
El presidente se ha declarado consciente de la existencia del "cordón sanitario" impuesto por los tres partidos que fracasaron en las negociaciones de coalición y ha avisado de que no ha "dado a la ligera el paso" de encargar al FPÖ la tarea de formar gobierno y asegurado que "velará por el respeto al Estado de Derecho".
"Me aseguraré de que se respeten correctamente los principios y normas de la Constitución", ha asegurado el jefe de Estado austriaco consciente del impacto social de esta decisión.
De hecho, esta mañana cientos de manifestantes se han congregado delante de la sede de la Presidencia, el Palacio Imperial de Hofburg de Viena, para protestar contra una posibilidad que ha ganado fuerza este fin de semana: una coalición del FPO con el conservador Partido Popular Austriaco (OVP), que no se ha cerrado en banda a una alianza donde sería el socio en minoría.
Kickl, de 55 años, ya fue ministro del Interior entre 2017 y 2019 en un gobierno liderado por el OVP que saltó por los aires debido al conocido 'caso Ibiza', un escándalo de corrupción detectado cuando el FPO formaba parte de la coalición de gobierno del excanciller, Sebastian Kurz, salpicado también en otros delitos.
La protesta fue convocada en parte por la organización de Estudiantes Judíos de Austria, cuyo presidente, Alon Ishay, ha denunciado a Kickl como un filonazi. "El hecho de que alguien que haga llamar Canciller del Pueblo", un título acuñado por el Nacionalsocialismo, "pueda convertirse ahora en Canciller de Austria nos trae recuerdos muy oscuros a los jóvenes judíos y a la comunidad judía", ha asegurado al diario 'Die Presse'.
Aunque se trata de la primera vez que la ultraderecha recibe el mandato de formar gobierno desde 1945, el Partido de la Libertad ha tenido representación en tres gobiernos, ninguno de los cuales ha llegado al final de su mandato original.
En una de las primeras reacciones, el líder socialdemócrata Andreas Babler ha calificado la noticia como "muy triste", lamentado la falta de comprensión entre las partes negociadoras durante las fallidas conversaciones y criticado una posible coalición entre ultraderechistas y conservadores, que tendría como bandera "una política radical de austeridad".
COLAPSO DE LAS NEGOCIACIONES
La decisión de Van der Bellen tiene lugar después de un convulso fin de semana marcado por la ruptura de las negociaciones entre OVP, los socialdemócratas y el centrista Neos debido a enormes desacuerdos sobre política económica; un colapso que se ha llevado por delante al canciller y líder de los populares austriacos, Karl Nehammer.
Van der Bellen estuvo a punto de conceder al FPO la potestad de formar gobierno pero acabó abandonando la idea después de que Nehammer le informara la intención de establecer un "cordón sanitario" que finalmente ha saltado por los aires.
Si Kickl fracasa en sus conversaciones con el FPO, o si nunca llegan a existir, la opción que le queda a Austria es la celebración de nuevas elecciones en un panorama que sigue siendo enormemente ventajoso para la ultraderecha. Según los últimos sondeos, el FPO experimentaría un notable aumento en su apoyo en unos segundos comicios, pasando del 29% obtenido en las elecciones al Consejo Nacional de septiembre a cerca del 35%.
Queda por reaccionar en este sentido el nuevo líder de los populares austriacos, Christian Stocker, quien ha tomado las riendas de la formación política de manos del canciller saliente.
Ocurra lo que ocurra, el partido con mandato para formar gobierno se enfrentará al mismo desafío económico que ha llevado al colapso de las conversaciones de este sábado: según la Comisión Europea, el próximo Gobierno deberá ahorrar entre 18.000 y 24.000 millones de euros, en un país que lleva dos años en recesión, donde el desempleo aumenta y su déficit presupuestario se sitúa actualmente en el 3,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), por encima del límite del 3 por ciento fijado por Bruselas.