MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Michel Temer, ha decidido suspender su viaje a Alemania y cancelar su participación en la Cumbre del G-20, que se celebrará los próximos 7 y 8 de julio en la ciudad de Hamburgo, en el norte del país.
El Palacio de Planalto ha informado este miércoles por la noche de la decisión de Temer, si bien no se han ofrecido detalles sobre los motivos de la cancelación de su viaje ni si acudirá a la cumbre alguien en representación del Gobierno brasileño.
La decisión de Temer de no acudir al encuentro llega apenas unas horas después de que el Tribunal Supremo Federal (TSF) haya decidido remitir a la Cámara de Diputados la denuncia por corrupción pasiva que el procurador general, Rodrigo Janot, presentó contra el presidente. Es en la Cámara donde se decidirá si el proceso judicial sigue adelante.
Fuentes judiciales consultadas por la prensa brasileña han revelado que Edson Fachin, el magistrado que se encarga del caso 'Lava Jato' en el Supremo, ha decidido enviar ya la causa contra Temer a la Cámara de Diputados, a pesar de que en un principio había indicado que no lo haría hasta que la defensa hiciera su alegato, para lo que dio 15 días.
Al parecer, Fachin considera que la defensa política debe hacerse ante la sede legislativa y la jurídica en el TSF, por lo que no tendría sentido permitir que ambas tuvieran lugar en el Congreso, que finalmente puede decidir que se archive el caso, escenario en el cual no se volvería al Supremo.
Además, de esta forma Fachin evitaría que el proceso contra el jefe de Estado sufriera retrasos, puesto que el alto tribunal entra en receso en el mes de julio, de modo que, de respetar el plazo inicial de 15 días, el asunto quedaría aplazado hasta que se reanudara la actividad parlamentaria.
Tras la presentación de la denuncia ante el alto tribunal, Temer aseguró que la Fiscalía estaba creando una "trama de novela". "La novela es una ficción", defendió el mandatario el martes en un encendido discurso en el que acusó al procurador general de "reinventar el Código Penal".
La denuncia contra Temer --la primera vez que un presidente de la república es denunciado ante el alto tribunal en el ejercicio de sus funciones-- se basa en la confesión de los propietarios de JBS, la empresa cárnica más grande del mundo, avaladas a su vez por unas grabaciones en las que Temer sugiere a la compañía brasileña que continúe con los pagos al expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha para que mantenga su "silencio".
El Código Penal brasileño define el delito de corrupción pasiva como el acto de "solicitar o recibir, para sí mismo o para otra persona, de forma directa o indirecta, incluso sin asumir el cargo público o antes de hacerlo, pero en razón de él, una ventaja indebida" o "aceptar la promesa de tal ventaja".
Este delito puede ser sancionado con penas de entre dos y doce años de prisión. Temer, que ha puesto en duda la validez de la grabación de JBS, ha insistido en que los tribunales no pueden aceptar este documento como prueba. "Fui denunciado por corrupción masiva sin haber recibido nunca ningún valor, sin ver dinero alguno ni participar en actos para cometer delitos. Al final, ¿dónde están las pruebas?", preguntó.
Temer también está siendo investigado por obstrucción a la Justicia y por participación en organización criminal, delitos para los cuales la Fiscalía todavía no ha presentado ninguna denuncia.