PRAGA, 2 Ago. (Reuters/EP) -
El presidente checo, Milos Zeman, opina que el país no debería acoger refugiados para asegurarse de que no puedan llevar a cabo "ataques bárbaros", según ha informado su portavoz este martes.
Zeman, que tiene un puesto en gran parte simbólico, es la principal figura de República Checa en contra de la inmigración, llegando incluso a oponerse al plan de Gobierno que busca acoger a 80 refugiados sirios este año, lo que supone una ínfima fracción de los millones que huyen de la guerra.
En una rueda de prensa, su portavoz, Jiri Ovacacek, ha sostenido que los recientes ataques en Francia y Alemania demuestran que el punto de vista de Zeman es correcto. "Nuestro país simplemente no puede arriesgarse a que sucedan ataques terroristas como los que han ocurrido en Francia y Alemania. Al aceptar inmigrantes, estaríamos creando un suelo fértil para ataques bárbaros", ha declarado Ovacacek.
"El presidente no está de acuerdo con ningún tipo de aceptación de inmigrantes en el territorio checo", ha añadido. Los checos, así como otros países de Europa del este, han sido los más críticos con la respuesta de la Unión Europea a la crisis migratoria que se desató el año pasado.
El Gobierno checo se opone a la política de la Unión Europea de establecer cuotas de redistribución de los solicitantes de asilo pero, por otro lado, no ha seguido la línea de otros países como Eslovaquia o Hungría de llevar la cuestión ante los tribunales europeos. El próximo 2 de octubre, Hungría celebrará un referéndum para consultar a sus ciudadanos si aceptan el sistema de cuotas. No está claro si Bruselas podrá obligar a los países a cumplir las cuotas de refugiados en contra de su voluntad.
La Administración del primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, ha aceptado acoger a 80 refugiados sirios de un campo turco y Zeman ha mostrado su desacuerdo. Sobotka afirmó en una entrevista el pasado 30 de julio que no puede haber una inmigración descontrolada pero que, por otro lado, usar una "culpa colectiva y decir que todo musulmán es un terrorista" tampoco es la forma correcta de proceder.
Una encuesta realizada en mayo por el instituto CVVM demostraba que el 61 por ciento de los checos estaba en contra de aceptar refugiados de guerra, una cifra que ha aumentado con respecto al 52 por ciento de octubre. Otro 34 por ciento ha asegurado que los refugiados deberían ser aceptados únicamente hasta que puedan volver a casa.