PEKÍN, 13 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente chino, Xi Jinping, ha preferido ausentarse de la segunda ceremonia del aniversario de la matanza cometida por las tropas invasoras japonesas en la ciudad china de Nanking en 1937, uno de los mayores puntos de fricción histórica entre dos países que ahora se encuentran inmersos en una nueva y compleja etapa de relaciones.
La también llamada Violación de Nanking es considerada como uno de los actos más abominables del siglo XX. Entre 150.000 y 300.000 personas fueron asesinadas por las tropas imperiales japonesas, que iniciaron una campaña de violaciones sistemáticas contra más de 20.000 mujeres chinas, la mayoría de las cuales fueron posteriormente asesinadas.
China no comenzó a conmemorar esta tragedia hasta el año pasado con su primera ceremonia oficial, que presidió el propio Xi Jinping. En esta ocasión, y un mes después de que China, Japón y Corea del Sur celebraran su primera reunión trilateral desde 2012, el gobernante chino ha preferido delegar en el vicepresidente del Parlamento Li Jianguo.
La ceremonia ha tenido un carácter sombrío y marcado por la advertencia formulada por Li contra políticos conservadores japoneses que defienden que la matanza nunca tuvo lugar. "Nos oponemos completamente a cualquiera que intente embellecer una guerra de agresión o intente reescribir la historia", aseveró.