Ucranianos en la estación de tren de Leópolis en el marco de la guerra de Ucrania - Bryan Smith/ZUMA Press Wire/dpa
MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha culminado su visita a Rusia, donde ha abordado con diferentes autoridades del país las necesidades humanitarias en el marco de la guerra en Ucrania.
Maurer ha remarcado que la misión del CICR es conversar con las partes involucradas en el conflicto --la semana pasada ya visitó la capital de Ucrania, Kiev-- y que el objetivo de sus conversaciones es "salvar vidas y reducir el sufrimiento durante los conflictos armados".
El máximo representante del CICR ha mantenido encuentros en Moscú con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, así como con el viceministro de Defensa, Alexander Fomin; el presidente de la Cruz Roja de Rusia, Pavel Savchuck, y la comisionada de Derechos Humanos del país, Tatiana Moskalkova.
Así pues, el CICR ha informado en un comunicado que, durante su visita a la capital rusa, Maurer ha puesto de manifiesto la necesidad de implementar pasos seguros para los ciudadanos en zonas de conflicto y la protección de las personas y la infraestructura civil.
El organismo ha incidido en que tanto la población como las edificaciones deben mantenerse a salvo de los ataques, especialmente las instalaciones médicas, las escuelas y las infraestructuras hidráulicas y eléctricas. "Los principios de proporcionalidad, distinción y precaución deben seguirse y ponerse en práctica en las operaciones militares para limitar el sufrimiento de los civiles", han remarcado.
Por otro lado, ha pedido que se trate de forma digna a los muertos y se permita su repatriación, a la par que se garantice que las familias conozcan el paradero de sus seres queridos enviados a la guerra. "Todas las partes del conflicto armado están obligadas a facilitar y beneficiarse de esta actividad humanitaria clave", han apuntado al respecto.
Finalmente, el CICR ha informado de que, a lo largo de las últimas semanas, ha hecho entrega de "más de 300 toneladas de ayuda" entre las que se incluyen kits para heridos de guerra, artículos de higiene y socorro para personas desplazadas y unas 2,5 toneladas de alimentos.
En la región del Donbás se ha garantizado el acceso a agua de más de un millón de personas y se ha prestado apoyo a más de 140 instalaciones médicas desde el año 2014, cuando surgió el conflicto en esta zona de Ucrania.