Actualizado: viernes, 1 septiembre 2017 14:28


MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la comisión electoral de Kenia, Wafula Chebukati, ha afirmado este viernes que no dimitirá, horas después de que el Supremo del país anulara la victoria del presidente, Uhuru Kenyatta, en las elecciones de agosto debido a las "irregularidades" registradas.

En sus primeras declaraciones tras el fallo, Chebukati ha resaltado que se encargará de organizar la repetición de las elecciones, tal y como ha ordenado el Supremo, que ha dado un plazo de 60 días para ello.

Así, ha pedido al fiscal general del país que investigue al personal del organismo que pudiera haber sido responsable de violar la legislación electoral, prometiendo hacer cambios internos en el personal.

Chebukati ha solicitado además al Tribunal Supremo que publique cuanto antes el fallo, para lo que tiene 21 días, para poder aplicar los cambios necesarios e iniciar la organización de las elecciones cuanto antes, según ha informado el diario local 'Standard'.

El Supremo ha determinado la anulación de la victoria del presidente afirmando que los resultados son "inválidos y nulos" a causa de las "irregularidades" registradas.

El tribunal ha resaltado que, sin embargo, no hay pruebas sobre una conducta inadecuada por parte de Kenyatta durante el proceso electoral, anunciando que los próximos comicios deberán celebrarse en un plazo de 60 días.

En su fallo, retransmitido en directo por los medios del país, el organismo ha afirmado que la decisión de anular los resultados ha sido adoptada con cuatro votos a favor y dos en contra.

"Las elecciones no son un evento, sino un proceso. Tras considerar la totalidad de las pruebas, creemos que las elecciones no se llevaron a cabo de acuerdo con los dictados de la Constitución y los principios aplicables", ha dicho el presidente del Supremo, David Maraga.

"El presidente Uhuru Kenyatta no fue elegido de forma válida el 8 de agosto", ha dicho Maraga, después de que los dos jueces que han votado en contra de la decisión presentaran sus argumentaciones.

En respuesta, los abogados que representan a Kenyatta han afirmado que la decisión del Tribunal Supremo es "una decisión política", recordando que ninguno de los seis jueces ha puesto en duda que "los votantes tomaron su decisión", según ha informado el diario keniano 'Daily Nation'.

El anuncio del fallo ha sido recibido con júbilo por los opositores concentrados a las afueras del tribunal, así como en otras localidades del país, según han recogido los medios locales.

CRÍTICAS DE ODINGA A LA COMISIÓN ELECTORAL

El líder de la coalición opositora Super Alianza Nacional de Kenia (NASA), Raila Odinga, ha afirmado que la decisión del Supremo "es un día histórico para el pueblo de Kenia, y por extensión para el pueblo del continente de África".

Así, ha destacado que el veredicto "sienta precedente", agregando que "no había pasado algo así en África", .

Asimismo, ha cargado duramente contra los miembros de la comisión electoral del país deben ser juzgados "por el crimen que cometieron contra el pueblo de Kenia".

"La comisión electoral cometió un acto criminal, y su lugar es la cárcel", ha remachado, según ha informado el diario keniano 'Daily Nation'.

LA APELACIÓN CONTRA LOS RESULTADOS

La NASA rechazó los resultados oficiales, que concedieron la victoria a Kenyatta con 1,4 millones de votos, esgrimiendo que el sistema informático de la Comisión Electoral sufrió un ciberataque que permitió manipular los datos.

La Comisión Electoral admitió que sufrió un ataque informático y, tras una investigación interna, concluyó que no tuvo ninguna consecuencia en el escrutinio de los votos emitidos.

Sin embargo, Odinga aseguró que en más de un tercio de los centros de votación se produjeron fallos por irregularidades en el proceso electrónico de transmisión de votos y acudió al Tribunal Supremo para que se pronunciara sobre lo sucedido.

La denuncia de fraude electoral por parte de la oposición desató violentas protestas en Nairobi y otras ciudades que dejaron decenas de muertos e hicieron temer una crisis postelectoral similar a la de 2007, que se saldó con más de mil muertos y 600.000 desplazados.

Odinga ya denunció fraude electoral en 2007 --cuando perdió frente a Mwai Kibaki-- y 2013. La última vez también acudió a los tribunales, que terminaron dando la razón a Kenyatta.

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