EL CAIRO, 25 Feb. (Reuters/EP) -
El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, ha ordenado a su Gobierno que adopte todas las medidas necesarias para ayudar a reubicar a los cristianos de la región del Sinaí que huyen del Estado Islámico después de que siete miembros de esta minoría fueran asesinados en El Arish en las primeras semanas de febrero.
Cientos de familias cristianas han huido hacia la vecina provincia de Ismailia por miedo a estos ataques: varios asesinatos con arma de fuego, una decapitación y otro hombre quemado vivo.
Al Sisi ha mantenido una reunión con el primer ministro y los ministros de Defensa, Interior, Inteligencia y otros altos cargos para abordar "la importancia de resistir todos los intentos de socavar la estabilidad y la seguridad en Egipcio". Así, ha "ordenado al Gobierno que tomen todas las medidas necesarias para facilitar el asentamiento para los ciudadanos en las zonas designadas".
Los cristianos coptos suponen aproximadamente el 10 por ciento de los 90 millones de habitantes del país. Son así la comunidad cristiana más numerosa de Oriente Próximo y no son raras las quejas por discriminación.
En diciembre, el Estado Islámico reivindicó la autoría de un atentado contra una capilla de la catedral de San Marcos de El Cairo, sede del Papado copto, en el que murieron 28 personas, mujeres y niños en su mayoría.
Cientos de policías, militares y milicianos han muerto en los dos últimos años de insurgencia islamista en Egipto, principalmente en la región del Sinaí. En la zona opera Wilaya del Sinaí, (Provincia del Sinaí), filial del Estado Islámico. Hasta noviembre de 2014 el grupo era conocido como Ansar Beit al Maqdis, Seguidores de la Casa Sagrada. La insurgencia se exacerbó a raíz el golpe de Estado contra el presidente islamista Mohamed Mursi del 3 de julio de 2013.