MANILA 23 May. (Reuters/EP) -
El presidente electo de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha asegurado que desafiará a la Iglesia católica para imponer una política que limite a tres el número de hijos que pueden tener los ciudadanos filipinos, un mensaje que ha lanzado después de insultar a los obispos del país.
Duterte todavía tiene que ser declarado oficialmente como el ganador de las elecciones presidenciales pero las primeras estimaciones le sitúan como vencedor en los comicios por delante de otros cuatro candidatos, de los cuales tres ya han admitido su derrota. Duterte asumirá la jefatura del Estado el 30 de junio.
Las declaraciones a menudo polémicas de Duterte le han granjeado un amplio apoyo popular y mensajes como su voluntad de matar a delincuentes o una broma sobre una víctima de una violación no parecen haberle restado respaldo en un país con una mayoría de población católica.
"Solo quiero tres niños por cada familia", ha asegurado Duterte, en un discurso este domingo en la ciudad de Davao. "Soy cristiano pero soy realista, por lo que tenemos que hacer algo con la sobre población. Desafiaré la opinión o la creencia de la iglesia", ha subrayado.
Cerca de un 80 por ciento de 100 millones de filipinos son católicos, el mayor porcentaje en un país asiático de fieles de esta religión, que se opone al aborto y a los anticonceptivos.
En un discurso el pasado sábado, Duterte criticó a la iglesia católica y al definió como "la institución más hipócrita" por su intervención en las políticas gubernamentales, además de asegurar que algunos obispos se enriquecen a costa de los más pobres.
Monseñor Oliver Mendoza, portavoz de la Archidiócesis de Lingayen, cuyo jefe preside la Conferencia Episcopal de Filipinas, ha afirmado que la iglesia respeta las opiniones de Duterte pero seguirá denunciando las políticas gubernamentales que vayan en contra de su religión.
"Porque si no lo hacemos, si cerramos nuestros ojos, si cerramos nuestras bocas y tapamos nuestros oídos, ¿cuál será el papel de la iglesia?", ha planteado.