MADRID 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr, se ha vuelto a desvincular de la denuncia presentada ante la Cámara de Representantes por grupos de la sociedad para intentar destituir a la vicepresidenta, Sara Duterte, por, entre otras cosas, amenazas de muerte contra él, según un comunicado de Presidencia.
"La denuncia presentada en la Cámara de Representantes por varios ciudadanos particulares es claramente una iniciativa independiente de los denunciantes y su aprobación es una prerrogativa de cualquier miembro de la Cámara", ha señalado el secretario ejecutivo, Lucas Bersamin.
En ese sentido, "el presidente no tiene nada que ver con ella", como ya ha dejado claro de manera "inequívoca" en declaraciones anteriores, y "no apoyará" el proceso de destitución, ha remarcado Bersamin en un comunicado de la Presidencia publicado este martes.
Bersamin hace referencia a las palabras del presidente del fin de semana, quien se preguntó en una entrevista con los medios en qué ayudaba esto a los filipinos. "Esto no es importante (...) ¿Por qué perder el tiempo en esto?", cuestionó.
El presidente filipino aseguró que el proceso de destitución "ocupará todo el tiempo" de los congresistas sin que eso fuera a ayudar en "nada" a mejorar las vidas de los filipinos.
La denuncia, presentada por grupos de la sociedad civil y colectivos de víctimas de la guerra contra las drogas del expresidente Rodrigo Duterte, alega que la vicepresidenta ha utilizado el cargo como "una plataforma para la retórica violenta, el enriquecimiento personal y la impunidad".
La Cámara, controlada por los aliados de Marcos, tiene dos semanas para pronunciarse antes de que la denuncia pase al Senado, que tiene la autoridad exclusiva para juzgar y decidir sobre estos casos, pero podría toparse con dificultades a pocos meses de las elecciones de mitad de mandato de mayo.
Apenas dos años después de que ganaran las elecciones la relación de Duterte con Marcos se ha roto por completo. La hija del expresidente filipino afirmó a finales de noviembre que había contratado a alguien para que matara a Marcos, su esposa y al presidente de la Cámara, Martin Romualdez, en caso de que ella fuera asesinada.