El presidente de Irán llama a la expulsión de Israel de Naciones Unidas por su campaña en Gaza

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La república islámica celebra su 45º aniversario con la causa palestina en el centro de la conmemoración

MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha pedido este domingo la expulsión de Israel de la Organización de las Naciones Unidas en represalia por la campaña de ataques contra la población palestina en Gaza, en un discurso con motivo del 45º aniversario de la declaración de la República Islámica de Irán.

"Desde aquí proponemos la expulsión de este régimen sionista de Naciones Unidas", ha manifestado el presidente iraní en un discurso desde Teherán, donde ha acusado a Israel de violar "cientos" de acuerdos internacionales con su campaña de represalia a los ataques de las milicias palestinas contra su territorio el pasado 7 de octubre, detonante del actual conflicto con el movimiento islamista palestino Hamás, autoridad del enclave.

Raisi, que describió la causa palestina como "la principal prioridad de la Humanidad" en estos momentos, recomendó que "aquellos que quieran conocer a Occidente y al régimen sionista, así como a su aliado, Estados Unidos", solo tienen que "observar los crímenes de guerra y contra la humanidad, así como los actos de infanticidio que están ocurriendo en Gaza", ha manifestado desde la Plaza de la Libertad de Teherán en su proclamación, recogida por la agencia semioficial iraní Tasnim.

Más de 28.100 palestinos han muerto a causa de la ofensiva militar lanzada por Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques del 7 de octubre, que dejaron en Israel cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, según los balances publicados por las autoridades israelíes. Por otra parte, más de 375 palestinos han muerto en operaciones de las fuerzas de seguridad y ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde el 7 de octubre.

Irán conmemora el aniversario de la Revolución Islámica, que puso fin a la monarquía y alzó al poder al ayatolá Ruholá Jomeini, un terremoto político que reconfiguró la región y cuyas consecuencias siguen vigentes a nivel político y social en la actualidad, marcada por la creciente contestación a las autoridades y la proyección regional de Teherán, lo que ha provocado la reacción de los rivales en la zona.

La vuelta de Jomeini al país tuvo lugar en un momento en el que la dinastía Pahlevi, una de las principales aliadas de Estados Unidos en la región, estaba a punto de colapsar a causa de la crisis económica y social y el aumento de la oposición al régimen debido a la represión de las protestas de los años anteriores.

El golpe final al régimen llegó en 11 de febrero, cuando el Consejo Militar Supremo se declaró "neutral" tras el estallido de enfrentamientos de guerrillas en las calles, lo que descartó la posibilidad de un levantamiento militar a favor del sha.