MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, ha hecho este domingo un llamamiento a la calma tras los dos días de bombardeos del Ejército turco contra las posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la región de Kandil.
"Lo que se puede lograr a través de la paz no se conseguirá a través de combates", ha dicho. "Creo que es necesario que exprese mi punto de vista sobre las tensiones entre Turquía y el PKK, porque se están haciendo interpretaciones erróneas en mi nombre", ha agregado.
"No estor interesado en el conflicto, y no lo he apoyado ni durante un segundo. Si miramos la situación de Turquía de forma realista, vemos que antes del surgimiento del (partido prokurdo) HDP, el nombre de los kurdos y el Kurdistán estaban prohibidos", ha apuntado.
"Hemos hecho lo que hemos podido para apoyar el proceso de paz en Turquía y unir a los rivales", ha dicho, antes de aplaudir al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por tener una postura distinta hacia el problema de la sostenida por sus predecesores.
Así, Barzani se ha desvinculado del PKK, resaltando que su gobierno "no representa las políticas de Turquía ni es responsable de las políticas del PKK". "Podemos ofrecer ayuda para que resuelvan sus diferencias a través del diálogo y el entendimiento mutuo", ha añadido.
"Quiero decir algo para la historia. Hemos visto una actitud positiva y algunos pasos por parte del Gobierno turco, pero desafortunadamente algunas partes han sido muy arrogantes", ha valorado, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.
"Enviamos muchos mensajes al PKK para que permanecieran pacientes y esperaran, ya que el proceso de paz lleva tiempo y no es un proceso sencillo. Les dijimos que matar a dos policías no acabaría con Turquía", ha remachado, en referencia al ataque ejecutado por el grupo hace unos días.
Las palabras de Barzani han llegado horas después de que cuatro cazas F-16 hayan atacado este domingo varios objetivos del PKK en la región de Hakur, en el Kurdistán iraquí, tras despegar de la base aérea de Diyarbarkir, ubicada en el sureste turco de mayoría kurda.
La campaña militar ha sido ya criticada por la oposición en gran medida por sus consecuencias políticas, ya que tras las elecciones celebradas el 7 de julio, el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) ha perdido su mayoría absoluta y el HDP ha obtenido una importante representación parlamentaria.